lunes, 4 de octubre de 2010

Capitulo 8

Miré hacia donde provenía esa voz y vi a una chica de unos 18 o 19 años, bastante hermosa, mirándonos divertida. En ese instante me di cuenta que Iván seguía besándome, me separé y lo empujé un poco. Enarqué una ceja ya que él seguía con su sonrisa burlona, me dieron ganas de golpearlo. Me paré del pequeño sillón, y la verdad, no supe que hacer. Iván se paró también y abrazó a la chica que estaba en el marco de la puerta. Luego ambos me miraron.

-Sofía, ella es mi hermana – le dio un leve empujón – y Kate, ella es mi novia, Sofía – hizo un movimiento con la mano como presentándonos.
-Wow, es más hermosa de lo que te mereces- rió – Hola, un gusto. – me tendió la mano y yo la tomé por cortesía.
- Hola, igualmente.

Quería irme de ahí, me sentía incómoda, pero no podía, porque al parecer la hermana de Iván quería entablar una conversación conmigo quería hablar de chicos, y cosas así. Después de un rato de conversaciones sin importancia ella comunicó que debía salir a una disco.

-¿Vienes Sofía? – Iván cruzó los brazos, por lo que supuse que no quería que fuera, no me importaba que él se opusiera, puesto que si se me hubiera dado la gana hubiera aceptado.
-No, gracias, creo que ya debo irme a casa.
-Está bien, pero alguna vez debes acompañarme – sonrió.

Ella se fue, y después de muchos besos yo también logré irme. La familia de mi novio era acogedora la verdad, aunque no había conocido a su padre, su mamá y su hermana habían sido muy agradables. Él me fue a dejar a mi casa. Nos despedimos. Al entrar a mi habitación comencé a divagar en lo que había pasado en el último tiempo, ¿por qué yo tenía novio?, si mi más alta expectativa antes de entrar al instituto era a lo más, que los profesores supieran mi apellido. Era extraño pensar que todo estaba pasando tan rápido, y que el tiempo se me iba de las manos. No sé si les ha pasado, pero es extraño, suponía hasta ese momento en que todo era un sueño, y que de pronto despertaría, y me encontraría en la situación en que debería estar, es decir, siendo invisible.

Los días pasaron y con Iván seguíamos cada vez mejor, no entendía cómo él lograba soportar mi extraño carácter todos los días. Poco a poco el grupo de “amigos” se fue agrandando cada vez más, aunque poco me importaba, ya que como siempre Tania y Mandy serían mis únicas de verdad.

Camilo se había mantenido distante, aun seguía dándome vuelta por la cabeza la idea de cómo diablos podía ser él mi hermano, y me resultaba por lo menos paranormal. Mi única teoría lógica era que mamá había tenido a mi hermano al mismo tiempo que yo, pero ¿entonces seríamos mellizos?, porque sin duda gemelos no éramos, pero en ese caso, papá en algún momento me debió haber comentado algo, o yo por lo menos haber recordado algún momento de mi niñez en que haya visto algún niño en mi casa, y aún mejor hubiera sido recordarlo como mi hermano. Las otras ideas eran una reverenda mofa a mi intelecto, la más inteligente trataba de que Camilo era un extraterrestre que podía tomar la forma que quisiera, y pues, había tomado una forma parecida a alguien de mi familia, todo puede ser. Pero sonaba ridículo hasta viniendo de mi, por lo que enseguida deseché la idea. Con Iván llevábamos un mes de novios, y aunque no lo crean, papá no tenía ni la menor idea de que yo tenía algo más que amistad con él. No crean que era por algún motivo turbio o algo así. Era sólo por el mismo motivo que prefería mantenerme al margen de todo, y a pesar de no haberlo logrado en el instituto en casa debía mantenerlo a raya, y eso me ahorraría bastantes charlas incómodas con papá. O que pusiera incómodo a Iván. Pero para ser sincera, Mandy y Tania me advirtieron que no era bueno lo que hacía, porque Iván podía malinterpretarlo, a pesar que él nunca mostraba ningún signo de molestia. Por lo tanto me comprometí conmigo misma a contárselo aquel día en que cumplíamos un mes.

No sabía qué regalarle, y supuse que algo simbólico serviría, por lo que busqué algunas fotos que nos habíamos sacado en el último tiempo, y confeccioné un lindo collage, y luego lo enmarqué en un cuadro no muy grande, no quería exagerar. La verdad las artes manuales no eran mi punto débil y me felicité mentalmente (o más bien, la molestosa de mi mente me felicitó), por el trabajo que había hecho. Después de que termine mi labor y me vestí, con unos jeans claros y una remera negra con mis converse del mismo color, bajé para desayunar con papá. Desde hace algunas días lo veía un tanto abatido, y pequeñas ojeras marcaban el rededor de sus ojos, que antes estaban de un color uniforme. Vacilé un poco si contarle o no hoy, pero la voz de mi pecho habló: “Debes, él tiene derecho en saber acerca de tu vida”. ¡Por qué siempre tenía que tener razón!

Tomé una taza de leche, nerviosa, pensando en las múltiples reacciones que papá pudiera tener, porque, si bien él era lo más comprensivo que había en el mundo, también era el padre más sobreprotector en la faz de la tierra. Y eso me molestaba a veces. Moví nerviosamente mis manos alrededor de la taza, y él enseguida notó que algo me inquietaba, yo siempre era más obvia de lo que a mi gusto, quería ser.

-¿Pasa algo? – dijo un tanto divertido de mi comportamiento.
- Sí, pero no es malo, o sea, quiero decírtelo, porque… bueno.
-Habla hija – me sonrió.
-Pues…este…tengo novio – solté sin siquiera pensarlo. Él abrió sorprendido medio segundo los ojos, pero luego volvió a su misma expresión que antes tenía.
-¿Y quién es el afortunado? –dijo ahora con un tono más divertido aún, lo que me hizo pensar quizás que estaba reprimiendo una carcajada.
-Emm, ¿Iván?, no creo que lo recuerdes – bajé la mirada ya que sentí que mis mejillas ardían – llevamos un mes.
-Oh, ¿y no me habías dicho? –Enarcó la ceja – esto jóvenes de hoy – dijo imitando la voz de un anciano y ambos reímos de lo mala que era.
El hizo unas preguntas más acerca de mi novio, y le conté que hoy saldría con él, papá vaciló, obviamente, como cualquier padre hace para que la hija no crea que siempre conseguirá permiso tan fácil, yo lo conocía. Pero después de un rato accedió, haciéndome prometer que luego hablaría “hombre a hombre” con Iván. No quise pensar en ese momento, lo vergonzoso que eso resultaría. Subí a mi habitación para arreglarme un poco más las ondas que se formaban en mi cabello. Estaba en mi trabajo de “intentar” arreglar la desgracia que tenía por rostro, cuando sentí que una bocina de automóvil tocaba afuera de casa. Tomé el paquete negro con cinta blanca en que había envuelto el regalo, y luego bajé despidiéndome al paso de papá con un fugaz beso en la mejilla. Me encontré con Iván apoyado en su moto, estaba usando una camisa azul verdosa, que se encontraba en su totalidad abierta, debajo de esta se encontraba una camisa simple blanca, y andaba con pantalones oscuros. No queda de más decir que casi me derrito al verlo, pero logré disimularlo, no quería parecer una babosa enfrente de él. Apenas llegué a su lado me dio un recatado beso en la mejilla, como era costumbre cuando estábamos en casa. Me reí por lo bajo con su actitud, y besé rápidamente sus labios, tomándolo completamente de sorpresa, obviamente, a sabiendas que papá quizás estaba observando por la ventana, pero poco me importaba, no quería que Iván pensara que a mí no me gustaba reconocerlo como mi novio al mundo. Me reí un rato más de su turbada expresión, y acaricié con una de mis manos su mejilla.

-¿A qué se debe que estés tan contenta hoy? – dijo acercándose peligrosamente, como a él le gustaba jugar con mi voluntad, a mis labios.
- No lo sé, es un lindo día para pasear no crees – sonreí nerviosamente ante la cercanía de su rostro. Y las malditas mariposas se agolparon en mi estómago e hicieron un pequeño nudo en la boca de este. – Además hoy le dije a papá – me acerqué un poco más a él, pero sin besarlo. Él asintió y antes de que pudiera acercarse más a mi me subí a la moto, y él rió, sabiendo que yo había ganado el juego de la “voluntad” como lo había llamado sin ninguna imaginación de por medio. Se subió delante de mí y yo tomé su cintura apegándome a él, y apoyando mi cabeza en su espalda. - ¿Dónde vamos? – pregunté curiosa.
- Ya lo verás.

Siguió manejando por un sendero que sabía que conocía, pero que en esos momentos poco recordaba. Sentí el aire recorrer mis mejillas, y me encantó la sensación. De pronto la moto comenzó a bajar un poco la velocidad y divisé la casa que ahora bien recordaba: La casa de campo de Iván. Sonaba un poco siútico si lo decía así, pero era como decirlo ¿o no? Me quité el casco que mi novio me obligaba a usar por “seguridad” y maldije internamente, porque siempre cuando me lo ponía, mi cabello terminaba totalmente electrificado y parecía leona con rabia. Iván me miró con una pequeña risita dibujada en sus labios, mientras veía como yo luchaba contra mi cabello, en donde claramente yo iba perdiendo. Noté que en sus ojos había ternura, y se acercó cuidadosamente, tratando de evitar que yo intentara alejarme, quizás con la idea de nuestro juego. Tomó mi rostro entre sus manos, y yo de inmediato sentí que mi respiración se entrecortaba. Rozó suavemente su nariz con la mía, y luego poso sus labios en los míos, con un tierno e inocente beso que me dejó sin respiración y con los latidos de mi corazón a mil. Nos separamos, yo aún con los ojos cerrados intentando grabar ese momento, y registrar ese beso como uno de los mejores de mi vida (a pesar de mi poca experiencia). Abrí lentamente mis ojos, y encontré a Iván a la misma distancia de hace unos segundos. Él pasó cuidadosamente sus dedos por mi electrificado cabello y logró que mil descargas eléctricas pasaran por todo mi cuerpo. Me tomó luego de la mano y me llevó hasta la orilla del lago que yo recordaba bien. Ahí había un pequeño mantel con una canasta (tipo escena de cuentos de hadas), que daba un aspecto mágico a todo. Me senté con él a mi lado, y él me entregó una pulserita echa de algún hilo especial, que venía con un colgante de corazón hecho de madera, el pequeño colgante tenía una pequeña “I” grabada en él. Era realmente hermoso, y lo especial lo hacía que me recordaba totalmente la personalidad de Iván, un chico tierno y dulce, y que al parecer le encantaba la naturaleza. Yo busqué en mi bolso el regalo que le tenía, y él lo abrió, enseguida se dibujó una sonrisa en sus labios al ver las escenas que las fotos inmortalizaban. En una él salía haciendo una de sus múltiples caras, y yo me reía a carcajadas de él, en otra yo salía aparentemente enojada, y él me miraba con fingido temor. Había una que Mandy nos había tomado a escondidas, en donde él estaba aprisionándome en contra de una pared, y solo nuestras narices se rozaban, sin duda esa foto merecía tener el lugar central del cuadro, y después de regañar a Mandy le agradecí el ser tan buena fotógrafa. Había algunas en que ambos salíamos con nuestros amigos. Cuando examinó cada una de las fotos, me sonrió.

-Gracias – dijo con sinceridad – me encantó.
-Feliz cumple mes – sonreí, y mis mejillas se sonrojaron.
-Felicísimo cumple mes. – se acercó a mí y me besó la comisura de los labios, sonreí maliciosamente ante su delicadeza, mordí levemente su labio inferior y luego tiré suavemente de él. Él se rió por lo bajo, y volvió a besarme ahora sin la delicadeza que tenía antes, pero sin duda aún la conservaba como siempre cuando estábamos juntos. Su lengua rozó mi labio y me sobresalté al sentir la corriente eléctrica atravesarme con ferocidad la columna. Mis mejillas ardieron, y mis pulmones me reclamaron distancia para poder abastecerse de aire. Ambos nos alejamos, jadeando quedadamente, en busca de aire.

-Te amo – suspiré, abrazándolo.
-Te amo – repitió, ya que teníamos la costumbre de no decirnos “yo también”.

Pasamos gran parte de la tarde disfrutando del delicioso picnic que Iván había preparado. Luego de un rato ambos nos recostamos mirando el gris cielo que nos cubría, y no demoré en quedarme dormida, lo sé, puede ser mata pasiones, pero era sábado, y tenía sueño acumulado de toda la semana. Soñé con diversas cosas, de las que pocas tenían algún sentido. La imagen que más persistía en mi sueño era el rostro de mi madre, y a veces el de Camilo, que, sin duda, quería cada día más como mi hermano, a pesar de que no hablábamos por nuestro propio bien mental, ya que ni él, no yo, sabía lo que su madre ocultaba, y ambos estábamos interesados en no saberlo hasta por lo menos un tiempo más. Desperté de repente y me encontré abrazada a un cálido cuerpo. Era, por supuesto, él de Iván, seguíamos recostados en la manta, pero ya estaba anocheciendo, y el frio iba en aumento, decidí que sería mejor despertarlo si no quería que le diera hipotermia. Lo removí un poco, y no se movió mucho. Decidí hacerlo por la fuerza bruta. Me acerqué a la orilla del lago y junté un poco de agua en mis manos. Luego, como ya se lo imaginarán- la lancé encima del hermoso rostro de mi novio. Él se sobresaltó un poco, y le costó unos segundos volver a la realidad. Parpadeó un par de veces, y luego me dedicó una linda y sexy sonrisa de medio-dormido.

-Creo que no me gustaría ser tu hijo, pensando que cada mañana que me quedase dormido para ir al colegio, me despertases de esta manera – se rió.
- Eso te ganas por tener el sueño pesado – sonreí y le tiré en el rostro el agua que aún me corría en pequeñas gotitas desde los dedos. El se abalanzó riendo sobre mí, haciendo retorcerme por las cosquillas que me proporcionaba, yo intenté hacer lo mismo, pero él claramente, me ganaba en fuerza. Luego de un rato desistió, y por fin me vi libre, mientras intentaba quitarme la risa que aún seguía saliendo de mi boca. Él quedo encima de mí todavía riéndose, me dio un suave beso, y me ayudó a pararme, para luego irnos tomados de la mano a su moto. Me costó no comenzar a cerrar los ojos mientras íbamos de camino a casa.

Al llegar vi que había un extraño auto estacionado afuera de la casa, y no dejó de darme mala espina. Le dije a Iván si me acompañaba un rato en mi casa, y él accedió al verme un tanto preocupada. Nos quedamos un  rato afuera hablando de cosas sin importancia, como el colegio, lo extraña que había estado últimamente Tania, y él me intentaba tranquilizar con que así eran las chicas, y yo le respondía con un ligero golpe en un brazo.

-Ok, todas las chicas, menos tu mi amor –sonrió, usando un nuevo término.
-Eso es cursi – me reí – pero me gusta – me sonrojé.

Luego de eso entramos a mi casa. Alcancé a escuchar una conversación que se estaba desarrollando en la cocina, y entré con cuidado de no hacer ruido con Iván tomado de mi mano. Ambos íbamos en silencio.

-Sabes que nada fue fácil para mí – decía aquella voz…
-Lo sé, pero debes admitir que las cosas pudieron haber pasado de otra manera…

Me acerqué hasta la  puerta de la cocina, y vi a papá sentado en una de las sillas, con semblante ya cansado, y a mi… bueno, a la madre de Camilo, sentada en una enfrente. Ambos me miraron sorprendidos, Iván igual de quiero que yo, apretó levemente mi mano como suponiendo que yo no me esperaba esa escena. La señora me dedicó una mirada de ternura al ver mi mano unida con la de mi novio, y luego miró a papá, como buscando el consentimiento de hablarme, él hizo un gesto un tanto extraño, pero que supuse en ese momento como positivo.

-Hija…debemos hablar – intentó ser dulce, pero yo aborrecí con toda mi alma que me dijera “hija”. Miré a papá que me miraba como suplicando que no respondiera alguna pesadez, pero ya era tarde, porque yo ya había pronunciado las siguientes palabras:

-Yo no soy tu hija - solté con la voz llena de veneno.


Por fin subo cap ^^, no daré fecha del próximo, porque ya noté que las fechas me dan mala suerte jahsjahsjaj, raro no ¿?, bueno espero les guste el cap

4 comentarios:

  1. OH!!! excelente cap!!! que tierno Ivan, aparecio la mamá desaparecida ¬¬ me muero por el otro cap.

    por fin publicas, jaja. es verdad, cuando uno pone fecha todo se pone deacuerdo para hacerlo quedar mal.

    espero puedas publicar pronto, besos!!!

    .

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  2. Hola, como estas ???
    Permiteme presentarme soy Elle administradora de un directorio de blogs y webs, visité tu página y me parece un exito, me encantaría contar con tu site en mi sitio web y asi mis visitas puedan visitarlo tambien.
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  3. Adoro la pareja que hacen Ivan y Sofia!!! Los adoro a los dos! Pero me da pena lo de la madre de ella... Espero que al final consigan arreglarlo y todos felices ^^

    Me encanto el cap. Publica prontito.

    XoXo

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  4. Ufff como ha estado este capítulo. Me ha encantado :) Espero que publiques pronto el siguiente, me has dejado con ganas de más.
    Besos

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