lunes, 11 de octubre de 2010

Capitulo 9

Salí de la casa echando humo. ¡Dios! Me sentía una mierda de persona, pero las palabras habían salido solas de mi boca. Si mi personalidad fuese otra y yo no hubiera sido tan orgullosa, de seguro hubiera entrado de nuevo a la casa y pediría disculpas. Pero no, claro que yo no haría eso, primero me podían tirar a un pozo con mil oxigenadas habladoras. Salí de mi casa y, por ridículo que suene, no supe que hacer. Me sentía como una niña pequeña, estaba perdida. Necesitaba un maldito cigarro, pero claramente Iván había roto todos los que tenía, y yo no había comprado ninguno.

En ese momento me acordé que yo estaba con él ¿o no? Me di vuelta y unas manos rodearon mi cintura delicadamente. Sus ojos se encontraron rápidamente con los míos. Y su respiración golpeaba en mi rostro. ¿Qué me preocupaba hace unos segundos? ¿Papá? No podía recordar ni mi nombre, solo quería probar sus labios. Pensé que me besaría, pero en vez de hacerlo pasó su dedo pulgar por mi mejilla. No había notado que estaba llorando. ¡Y me sentía tan ridícula!

Me aparté de él, y sequé yo sola mis lágrimas. Pero lamentablemente sentí, que el nudo en mi garganta crecía. No debió haberme afectado tanto volver a verla, pero así fue, y yo me sentía mal por haberla tratado mal y mi cabeza dolía horrores porque tampoco sabía si debía pedir disculpas o no.

Instintivamente me acerqué yo a Iván, él era el mejor analgésico que podía encontrar en el mundo. Mis lágrimas seguían cayendo, pero en ese momento no me importaba, sólo lo quería a él. Lo abracé con miedo a que me rechazara ¿Pero por qué lo haría?, y no lo hizo, me abrazó y me meció de un lado a otro como intentando calmarme. Suspiré pesadamente ya que el llanto me impedía respirar normal.

-¿Podemos ir a otra parte? No quiero dar explicaciones hoy – la verdad era que no quería encerrarme en mi cuarto a hacer nada, ni siquiera quería pensar. Iván suspiró y luego asintió.
- Si quieres te puedes quedar en mi casa, está mi hermana y a ella le encantaste – Oh, ¿y sus padres? – a mamá tampoco le desagradará la idea. – respondió a mis pensamientos.
-No lo sé, no creo que sea lo correcto, ¿Acaso tus padres siempre te dejan llevar chicas a tu casa a dormir? – sabía que no era el momento para ponerme celosa, pero no pude evitar preguntar. Él se rió.
- Nunca había llevado a ninguna chica a la casa – se encogió de hombros – Es eso o te quedas en tu casa, no te dejaré que vagues por las calles sola.
Asentí y me subí a la moto detrás de él. Después pensaría qué decirle a papá. Pero ¡Cómo le diría a la mamá de él, ¿señora me da alojamiento?! “Bien Sofía, de seguro ahora te quieren más” se burló mi mente. No sé cómo llegamos tan rápido a su casa. “No debí haber dicho que sí, no debí” pensaba una y otra vez. Bueno quizás estaba exagerando y en verdad sus padres eran comprensivos.

Él me ayudó a bajarme y entrelazó nuestras manos. Al interior de su casa no había mucho movimiento. Entramos y vi que Kate estaba sentada en la mesa de centro con un señor de unos 40 años intentando ganarse en un juego de mesa. Ambos reían. El señor era casi de la misma altura que Iván, se parecían bastante, por lo que supuse que era su padre. Kate miro hacia nuestra dirección, y su sonrisa creció aún más (si es que eso era posible).

-¡Sofía! – Vino hacia mí y me dio un cálido abrazo – Papá, ella es la novia de Iván – sentí que mis mejillas ardían más que nunca. El señor que hace un rato nos miraba curioso, se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, y luego saludó a su hijo.   
-Me alegra por fin conocerte, ya que en esta casa se habla tanto de ti – miró a sus dos hijos, y yo sentí que ahora todo mi rostro me quemaba.
- También me alegra conocerlo señor – sonreí como pude.
-Dime Nicolás – se rió – señor me hace sentir viejo. Asentí.
- Pues eres un viejo, y los años cuentan, por eso me estás ganando – dijo Kate tratando de defenderse.

Seguimos hablando de cosas sin importancia, y luego la hermana de Iván me invitó a quedarme con ella. Yo no supe bien que responder.

-Ehh – miré a Iván. Él se encogió de hombros, por lo menos nos habíamos ahorrado la petición.
- No me puedes rechazar dos veces – se rió – además no creo que salga esta noche, porque el joven de mi padre “prefiere que no” – remarcó las comillas. Él se rio.
-Claro querida, será un placer que te quedes con nosotros, si es que en tu casa no se molestan – suspiré. Y luego asentí.
- Gracias.

Nicolás se despidió de todos y subió las escaleras. Iván me abrazó y nos sentamos en un sillón. La verdad ya me sentía mejor y el nudo en mi garganta había desaparecido. Le mandé un texto a mi padre diciéndole que me quedaría donde una amiga. Kate insistía en que algún día fuéramos a una fiesta juntas. Luego se fue a su habitación a hacer no sé qué cosa.

-Me siento una entrometida acá – suspiré abrazándome más a Iván.
- No seas tonta – acarició suavemente mis labios, y yo cerré mis ojos ante el contacto – Mis padres no son unos ogros ni nada por el estilo, hasta han dejado quedarse a los extraños novios de mi hermana- se rió- bueno, al único extraño novio que tiene.
Reí con él. Bueno debía dejar de comportarme como una abuela. Apoyé ambas manos en su pecho y mi cabeza en su hombro. Nunca pensé estar así con un chico, pero era realmente genial. Él hacía que mi mente olvidara cada problema, y lo reemplazara por un molesto pero a la vez genial nudo en el estómago.

Iván se acercó más a mí, y reemplazó sus delicados dedos por sus suaves labios. Mi corazón quedó más arriba de mi garganta. Amaba besarlo, aunque pocas veces lo demostrara. Sus manos bajaron a mi cintura y su cuerpo se inclinó sobre el mío por lo que yo me tuve que recostar en el sofá. Aprisionó mi labio inferior entre sus dientes, y a mí se me escapó un leve jadeo. Necesitaba aire, pero ¡Dios! más necesitaba sus besos. Pasé mis brazos alrededor de su cuello y lo atraje más de lo que estaba, aunque al parecer eso era un poco imposible. Su lengua se encontró con la mía, y sentí que mis sentidos desaparecían. Iván se apoyó en el sofá y levantó un poco su rostro, dando por terminado el beso, para buscar aire. Ambos teníamos la respiración irregular. Él besó mis párpados y luego mi nariz.

-Creo que diré más seguido que soy una entrometida – me reí y él me acompañó.
-Claro, cuando quieras – me guiñó un ojo, era un chico ¡desgraciadamente sexy! Ataqué nuevamente sus labios, pero con un corto beso.
-Tú me dijiste – le guiñé el ojo, imitando su voz ronca.
-Insisto, deberían buscarse un cuarto – se burló la cantarina voz de Kate que nos estaba observando desde la puerta. Iván se levantó de encima de mí y luego rodó los ojos hacía su hermana.
- Y yo insisto que deberías interrumpir menos – dijo mi novio. Kate le quitó importancia con un encogimiento de hombros
- Sólo venía a preguntarle a Sofía si quería dormir en mi habitación, ¡Podemos hacer una mini pijamada! – dio pequeños aplausos. A veces pensaba que ella era la hermana menor.
-Ehh, claro – le sonreí, el panorama no era el mejor, pero ella me caía bien.

Iván me dio un rápido beso, mientras su hermana se daba la vuelta. Yo la seguí. Su habitación era muy colorida, y “a la moda”. Ella insistió en arreglarme el cabello, me negué, pero como siempre ganó. Luego me prestó un pijama corto, y me obligó a ver una película de miedo que según ella “Era un clásico”, y que si no la había visto no tenía vida. Acepté sólo para no quedar como una miedosa. Pero en el fondo yo y mi cerebro sabíamos que a mí me asustaban hasta las hormigas. La vi e intenté reprimir los gritos, era sangrienta, pero muy sangrienta, a esa altura hubiera preferido tener una pijamada con Freddy Krugger. Miraba de reojo a Kate y ella estaba inmutable, hasta se reía cuando mataban a alguno de los desdichados chicos. ¿Por qué siempre se moría la que no creía? Gran misterio que no me di el tiempo de descifrar ya que mi estómago estaba revuelto. Tenía todo fríamente calculado en caso de que la situación se volviese crítica, el baño estaba a menos de 4 metros. Por suerte la película termino, y yo relajé todos mis músculos. Una pequeña capa de sudor cubría mi frente. “Maldita miedosa” me reté.
-¿Y? ¿te gusto? – preguntó divertida.
- Claro – intenté sonreír – es genial.
- Pero tienes una cara de los mil demonios – tocó mi frente con expresión preocupada. Yo negué.
- Debe ser que estoy cansada – ella sonrió relajando su semblante. Su cama tenía otra en la parte de abajo, que se abría como un cajón. Ambas nos acostamos y al rato ella se durmió. Yo no, claro está, en mi mente se repetían una y otra vez las escenas de la película; y para empeorar la situación había un maldito árbol que hacía sombra en la ventana, y ya veía que aparecía por ahí un sicópata con una moto sierra y me cortaba en mil pedacitos. En esos momentos odiaba tener tanta imaginación. Abracé mi almohada y cerré mis ojos, pero nada resultaba. Para mi ya habían pasado como 5 horas desde que Kate se había dormido ¡Pero no! Habían pasado una desgraciada hora.

La luz del pasillo se prendió y yo me sobresalté. No sé si les ha pasado que se asustan en las noches de cualquier movimiento que hay, y de repente se aseguran que no es su imaginación y “valientemente” se levantan de la cama y van a ver, como si pudieran hacer algo si fuese algún monstruo o ladrón…
Bueno, si no les ha pasado, a mi sí. Y fue exactamente lo que hice. Caminé haciendo el menor ruido hacia la puerta de la habitación. Me asomé y me encontré a poca distancia a mi novio caminando por el pasillo con un vaso de agua. Suspiré y mi corazón disminuyó sólo un poco el ritmo para luego aumentar al ver a Iván con una ajustada remera y sólo con bóxer. ¡Dios! creo que me estaba cayendo baba. Intenté esconderme de su vista, pero ya nuestras miradas se habían encontrado. “Gran idiota” me dije a mí misma. Él se acercó un poco a mí y yo intenté mantener mi mirada en sus ojos, y mis mejillas frías.

-¿Qué haces en pié? – susurró.
- Ehh, este…tú también estás despierto – me defendí.
-Claro, pero yo tengo 2 razones – mostró su vaso.
-Esa es una – reclamé.
-La otra era ver si podía verte dormir, pero la has arruinado – se rió y yo también.
- Dime la tuya – se acercó peligrosamente a mi posición.
- Ehh…- di un paso atrás – no puedo dormir – me encogí de hombros quitándole importancia. Enarcó una ceja. – pues… porque… no puedo – no le diría que me daban miedo las cosas de ficción.
-Te apuesto que mi hermana te hizo ver la espectacular película de terror – se rió. Yo asentí con mis mejillas ardiendo.

Él negó con la cabeza como si lo desaprobara. Tomó mi mano y me guió hasta la cama que había dejado hace unos minutos. Yo me acosté y le dejé un espacio. Estaba hecha un manojo de nervios, maldito Iván, malditas hormonas, maldita yo. “Puedes dejar de maldecir maldita imbécil” reclamó mi cerebro.

Iván se acostó a mi lado y comenzó a acariciar mi mejilla suavemente, era relajante, ¡Pero cómo diablos pretendía que me durmiera con su anatomía tan cerca de mi cuerpo! Apoyé mi cara entre su cuello y hombro, y lo abracé. Ok, eso no ayudaba pero tenía que aprovechar el momento ¿o no? Una de sus manos recorrió mi espalda y sentí como si me dieran una relajante corriente eléctrica. Mis ojos comenzaron a cerrarse poco a poco, no quería dormirme, pero a esa altura de la noche ya era inevitable. Me abracé más a él y él soltó una pequeña risita.

-Eres una buena almohada – susurré antes de que mis ojos se cerraran por completo.

Al día siguiente desperté esperando encontrarme abrazada a mi novio, pero en vez de eso sólo vi las sábanas. Obviamente no hubieran sido lo más correcto en el caso que sus padres nos vieran, y en el fondo lo agradecí. Me vestí con la ropa del día anterior, a pesar de que Kate insistiera en pasarme de su ropa. Luego fui hasta la cocina y le ayude a la mamá de Iván en algunas cosas, después desayunamos. Pero de Iván no habían ni pistas, me dijeron que los fin de semanas habitualmente dormía hasta que alguien lo obligara a despertarse.

Al terminar de conversar y desayunar con su familia, fui hasta a su habitación a ver si lograba despedirme antes de irme, obviamente no lo obligaría a ir a dejarme. Él estaba durmiendo plácidamente, me arrodillé al lado de su cama, y lo besé delicadamente a modo de despedida. Se removió un poco y abrió los ojos. Pestañó un par de veces y luego sonrió.

-Creo que esta es la mejor forma en que me han despertado en la vida – dijo con su voz roncamente sexy.
-No quería despertarte – me sonrojé – sólo venía a despedirme.
-Mmm – tomó mi mano que se encontraba apoyada en el borde de la cama, y tiró un poco de ella, yo me acerqué y posé mis labios en los suyos – Te llevo – dijo sin alejarse aún. Iba a reclamar pero él ya se había levantado y estaba buscando ropa en su armario.
-¿Recuerdas que se supone que estaba donde una amiga? – intenté reclamar.
-Bueno, mi hermana es tu amiga – se rió. No pude decirle más porque ya estaba entrando al baño. Se demoró casi 5 minutos en estar nuevamente afuera. Venía con el cabello un poco alborotado y con pequeñas gotitas de agua.
-¿Mi novio es flash? – me reí.

Fuimos hasta su moto luego de haberme despedido de todos. Al llegar a mi casa nuevamente estaba en maldito auto. Suspiré pesadamente. ¡Porqué no me dejaba un día en paz! Iván paró la moto una casa antes de llegar a la mía, y me miró como esperando alguna reacción. Yo me bajé.

-Supongo que algún día debo enfrentarla – me encogí de hombros intentando parecer convencida.
-¿Quieres que te acompañe? – Negué con mi cabeza, me acerqué y le di un pequeño beso en la comisura de sus labios, él pasó su manos por mi cintura y lo alargó, nos separamos para buscar un poco de aire – suerte.

Le dediqué una sonrisa y caminé hasta mi casa, al entrar me encontré con la mujer sentada en el sofá de la salita de estar. Procuré contar hasta mil antes de hablar. Miré a mi padre que se paseaba despreocupado por la cocina, al verme una ola de preocupación pasó por sus ojos.

-Si me vas a regañar que sea cuando estemos solos – dije secamente mirando a la mamá de Camilo.
-No tienes por qué tratarme así – dijo ella en un susurro, pero noté que estaba dolida. No le respondí.
-Hija, tu madre quiere hablar contigo – dijo tranquilamente mi padre, y nuevamente suplicándome con sus ojos. Suspiré.
-Está bien – miré a mi padre para que entendiera que sólo lo hacía por él.
- Yo iré a la tienda, te vas para allá si deseas – me dijo antes de tomar las llaves y salir por la puerta.

El silencio inundó el lugar. No sabía cómo actuar frente a ella, era realmente incómodo, ella me escrutó con la mirada. Y yo hice lo mismo con ella. Lo que más odiaba de la situación era que para mi desgracia, yo era la fiel copia de ella, y que aunque yo lo negara con todo mi ser, estaba a la vista del mundo que yo era su hija. Sus alborotados risos caían por sus hombros, su cabello era de un color que no alcanzaba a ser negro, pero que tampoco era de un marrón normal. Su piel era blanca y a veces daba miedo de que se rompiera con algún rayo de sol. Y sus ojos eran azules, grandes y despiertos, tal y como eran los míos. Era como estar viendo en el espejo mi imagen futura. “y ahora te pusiste cursi” me dijo mi mente.

-¿Podrías hablar no? – dije intentando sonar respetuosa, pero dudo haberlo logrado.
- Tengo que explicarte lo que ha pasado en los últimos años, y para eso necesito que estés abierta a mis palabras…
-Pues habla – ok, soné insolente.
- Y también quiero que dejes esa actitud de mierda – estaba molesta, pero no me importó ¿Qué se creía? Enarqué una ceja y esperé a que continuara

Otro cap :D ; bueno no sé si les gusto, a mi no mucho, mi inspiración esta por los suelos, ando con mi cosas en mi cabeza pero espero que a ustedes les haya agradado …¿Vieron la foto de Camilo? ¿Les gusto? ¿Se lo imaginaban así?, jahsjahsa muchas preguntas ^^ bueno nos leemos! se Cuidan :D

3 comentarios:

  1. Yo tambien quiero un ivan en mi vidaa xD jaja
    Oyee que te ha quedado bien el capítulo ¬¬
    Lo que más me ha gustado es lo de los besoos jaja ^^
    Publica prontoo porfavoor!! T.T
    Besoos!

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  2. es en serio?! el cap estuvo buenisimo!!! Amo a Ivan! y me muero por saber que le va a decir la mamá de Sofia a ella.
    Camilo es lindo, aunque sinceramente me lo imagine un poco mas joven.

    besos!!!

    .

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  3. Estuvo geniaal! A ver la historia que la cuenta su madre.. Estoy intrigada x saberla.

    Adoro a Ivan! Es tan atento y guapooo xD

    Publica prontito!

    XoXo

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