miércoles, 8 de diciembre de 2010

Capitulo 12

Caminamos unas cuantas cuadras, mientras Tania intentaba poner algún tema de conversación. Yo quería olvidar, aunque fuese por medio segundo, el día que era. Pero no lo estaba logrando. Las escandalosas risas de Tania me distraían a ratos. Era fantástica. Veía todo de una manera liviana. Pero pude notar que tenía carácter. Se enojaba cuando la pasaban a llevar- eso me lo contó mientras caminábamos- la persona que más odiaba pero a la vez amaba era a su hermano mayor. Y sus padres estaban locos (también me lo dijo).
-¿Y tú? – Soltó una pequeña risita - ¿tienes hermanos?
-No – le dediqué una sonrisa.
-Genial – meditó – ¿eres de acá? – Negué con la cabeza -¿de donde entonces?
-De Francia.
- Se nota – se rió. Yo también lo hice.
-¿Por qué lo dices?
- Es sólo que… o eres extranjero o tienes un serio problema al hablar.
- Hablo normal – enarqué una ceja.
- No claro que no, haces algo como “ Soy Camilog Mercieg, ¿comog egtags?” – Me miró seria unos segundos y luego soltó una carcajada – es divertido.
- No me parece – hice una mueca, pero luego me uní a su risa –Ok, quizás un poco, pero es aún más divertido oírte imitar mi voz, eres pésima – se sonrojó un poco, pero luego se rió nuevamente. ¿No se aburría de reírse?


Continuó imitando mi voz. Entramos a una cafetería ya que estaba comenzando a llover, ella pidió un muffin’ y una leche con chocolate. Yo pedí lo mismo después de darme cuenta que era lo único bueno en el lugar.


-¿Y tus papás? – me miró - ¿tienen algún problema sicológico como los míos? – se rió.
- La verdad… sólo tengo mamá – miré mi taza – o bueno, la verdad es mi tía, larga historia – me encogí de hombros.
-Oh, lo siento – bajó su mirada y le sacó un trozo a su muffin’.
- No te preocupes, pasa…- posé mi mano encima de la suya de modo de darle a entender que no me importaba, aunque la verdad me había dolido recordar el día que era. Tania se sobresaltó un poco cuando tomé su mano. Pero luego lo dejo pasar. Y me dedicó una de sus lindas sonrisas…


Sofía’s POV


Habían terminado las clases y me dirigí hasta la salida. El día seguía nublado, “qué novedad” pensé. Me ajusté la chaqueta de modo que fuera imposible que entrara ni una partícula de aire. Me mezclé con la masa de gente que se estaba apostando en la salida, hasta que por fin estaba en el estacionamiento.
Vi de reojo que Camilo y Tania iban conversando animadamente mientras se alejaban del instituto. Bien, hoy no hablaría con Camilo. Iván, no tenía ni la menor idea de donde se había metido, así que mejor me iba antes de que se pusiera a llover. Mandy iba caminando hacia su casa, así que traté de alcanzarla. Al llegar a su lado noté que se pasaba rápidamente el dorso de sus manos por sus ojos.


-¿Mandy? – puse mi mano en su hombro, quería que me mirara – ¿Te encuentras bien?
-Cl..Claro – suspiró.
-Puedes confiar en mí.


Otro suspiro…


-Lo sé – se quedó callada por unos momentos - ¿Te gustaría venir a mi casa? – asentí.


El resto de camino nos fuimos en silencio. Pequeñas gotas comenzaron a caer a nuestro alrededor, el ambiente pintaba para uno de esos días en que todo parecía triste. Llegamos luego a la casa de Mandy. Una pequeña señora, la empleada, se acercó a saludar cariñosamente a mi amiga, y me dedicó un sonoro beso en la mejilla a mí. No ofreció mil cosas para comer, y finalmente nos dio dos vasos de jugo. Amanda me guió hasta su habitación, aunque yo recordaba bien a donde era. Me senté en un pequeño sofá y ella se sentó a mi lado. Pequeñas lágrimas recorrieron su mejilla, yo me sorprendí, no quería pensar que “el asunto” era tan grave.


-¿Qué pasa Mandy?
- Es… es todo – luchó un poco con sus lágrimas que seguían cayendo – primero, es mi madre, y mi padrastro, pelean todo el día, y él… bueno es… - hizo una gran pausa, quizás no encontraba la palabra – es… un poco agresivo con ella, mamá me llamó, hace poco, me dijo que hoy no llegaría por trabajo, pero estoy segura que eso no es, ella es demasiado buena, jamás permitiría que yo la viera con algún morado, y yo, no quiero eso para ella, me encantaría pegarle a ese desgraciado – sus manos se aferraron a la tela de su pantalón – pero no puedo, simplemente no puedo, mamá se supone que lo ama, pero, no es sano, no lo es. Y él, es gigante, tengo miedo de quedarme con él.


La abracé cuando supe que había terminado, ella era tan buena, no dudaba que lo había sacado de su madre. Y no se merecía vivir así. Me entraron ganas de matar al sujeto también.


-¿Y hoy donde te quedarás?, puedes venir a mi casa – negó con la cabeza y se soltó de mi abrazo.
- No – limpió sus lágrimas – cuando mamá no está me quedo con mis tíos, en casa de Tom.
- Bueno, eso esta mejor – le sonreí. Ella intentó hacer lo mismo, pero resultó salir una extraña mueca.


Le pregunté algunas otras cosas sin importancia, para intentar que ocupara su cabeza en otro tema. La puerta de entrada ( o alguna del piso de abajo) se abrió. Y luego un hombre de unos 40 años entró a la habitación de Mandy. Era altísimo, parecía algo así como un boxeador retirado, sus facciones eran duras, y daba miedo mirarlo, o quizás era por que ya sabía parte de su historia.


-Hola Amanda – me miró para luego volver la mirada donde mi amiga - ¿Tu madre?
-Tiene un viaje de negocios, llega mañana a medio día – el hombre soltó un bufido.
-Si, negocios – salió de la habitación y cerró la puerta de golpe.
- Es un gorila- comenté para romper la burbuja de hielo que se había formado a nuestro alrededor. Mandy soltó una pequeña risita.
-Si…


Su celular comenzó a sonar, y con un “entra” cortó.


-¡Rayos! Es Tom, y ni siquiera he echado mi cepillo de dientes a mi bolso. Entretenlo.
-¿Y yo que culpa tengo? – ella se rió ahora con un poco más de ganas.
-Vamos, no es tan malo.
- Dios, ok, pero apresúrate.
- Está bien.


Bajé hasta la sala y ahí estaba Tom, se sorprendió al verme, pero luego me ignoró. ¿Y ahora porqué estará enojado? Me pregunté a mi misma, pero nadie me respondió. Bien, hasta mi mente me ignoraba, y eso no era muy alentador.
Tom estaba con una polera verde, que combinaba con sus ojos, un suéter oscuro encima y unos jeans claros. Me fijé en su ropa, ya que el muy maldito ni siquiera me estaba mirando, y tampoco tenía muchas intenciones en dirigirme la palabra por lo que noté. Respiré hondo, por que odiaba que se enojaran conmigo sin ningún motivo. O… quizás él estaba esperando que yo lo saludara.


- Hola Tomás – él me miró.
-Hola Sofi – rodé los ojos. Posó sus ojos en los míos. – ¿y a que milagro del cielo, se debe que me dirijas la palabra?
- Te debo entretener – me encogí de hombros – pero, por qué dices eso, yo si te dirijo la palabra, es sólo que a ti nunca te veo, y cuando lo hago, me ignoras.
- Querrás decir que estás tan ocupada con tu noviecito que ni siquiera te das cuenta de la gente que está a tu alrededor.
- Estás siendo injusto – aparté la vista de sus penetrantes ojos verdes.
- La verdad duele Sofía.
- No, duele saber que ni siquiera te des el tiempo de intentar ser amable conmigo – se rió amargamente.
- Lo intenté, pero al día siguiente apareciste de la mano con el gran galán, con el perfecto, Iván. Pero no te diste cuenta que él sólo te está usando.
-No entiendo en qué pudo haber afectado eso a nuestra amistad- miré al suelo, él se estaba pasando con sus comentarios – Y no hables de Iván, no lo conoces- fruncí el ceño.
- Lo conozco – se acercó – es el típico chico deportista, tiene mil chicas a su alrededor, y las pesca tan fácilmente, yo pensé que tú… demorarías menos tiempo en caer a sus encantos, pensé que eras diferente, pero demoraste menos de lo que demoran las porristas en estar con él. – golpe bajo – Y no te diste cuenta, que yo no nunca he querido ser sólo tu amigo. – dio otro paso, y posó apresuradamente sus labios en los míos. Quedé en estado de shock, ¡Por qué mierda Tom me estaba besando! Sus labios se movieron apresurados sobre los míos, eran suaves, pero un poco agresivos. Sus manos aprisionaron mi cintura.


Lo aparté como pude con mis manos, quizás lo correcto habría sido darle la cachetada de su vida. Pero no lo hice, sus palabras me dolieron en mi orgullo, en mi dignidad. Y no dejaban de tener su nota de verdad. Todo había pasado tan rápido con Iván, yo habitualmente tenía miedo, de que todo terminara de repente. Suelen decir, que lo que rápido llega, fácil se va. Y eso me aterraba, me había hecho dependiente de alguien, de él, y yo había tratado toda mi vida de nunca hacer eso, pero no, había caído, y quería demasiado a Iván como para alejarme, no pretendía hacerlo, pero odiaba ser débil.


Tom intentó acercarse a mí nuevamente, pero retrocedí. Suspiró pesadamente y se dejó caer en el sofá.


-Yo de verdad te quiero, nadie en el instituto cree que lo de ustedes dure mucho, Iván no funciona así. Él es más… de cosas pasajeras. Y si llega a tener “algo serio” – remarcó las comillas en el aire – luego se mete con otra chica. No me controlaría si ese imbécil te hace algo, pero tú, sigues cayendo, me asusta que luego toques fondo.


Un nudo comenzó a crecer en mi garganta. Me acerqué a Tom, y dejé que mi mano volara hasta su mejilla. Me miró sorprendido. No dejé que me dijera nada más porque me encaminé hacia la puerta de salida.


El día se veía más gris de lo que ya estaba, ahora la lluvia predominaba en todo el lugar. Me di cuenta en ese estúpido momento que había salido sin la chaqueta. Estaba muy segura en la habitación de Mandy. Y no me devolvería a buscarla, después de la salida triunfal que había hecho. Corrí hacia la esquina más cercana y me refugié debajo de una parada de autobús.


Al fin y al cabo, quizás Tom estaba en lo cierto, quizás yo era una más de las conquistas de Iván, llegaría un día en que él se aburriría de mí. Después de todo, era solo un enamoramiento adolescente, y para mi era importante, y era casi un cuento de hadas porque… Bueno, era mi primer amor. ¿Y para él? , decía que me amaba, pero ¿se lo habrá dicho a alguna otra chica? Aunque me doliera yo no era su primer amor, y por lo tanto, ya no era por regla necesariamente importante en su vida. Solo sería su tercera, o su cuarta.


Vi a una pareja sentarse en el pequeño banco de la parada. ¡Lo que me faltaba! Demostraciones de amor. ¿Yo amaba a Iván? Si, desgraciadamente, y aunque luché contra ello, lo amaba. ¿Sabía yo que era amar? Ni idea, seguramente no.


La pareja no ayudaba, se estaban devorando, y yo estaba parada intentando concentrarme. Sin darme cuenta lágrimas habían empezado a caer. Caminé fuera de la parada de autobús. Mi vista estaba empañada, casi ni veía el camino por donde iba. Y el frío se estaba calando por mis huesos. Todo iba mal, y para peor. ¡Todo era culpa de Tom! Ni siquiera sabía por qué hacía el mínimo caso a sus palabras, podía ser que ni fueran ciertas. Yo era la imbécil, por no confiar en mi novio, por ser insegura. Pero era inevitable, eran mis miedos que estaban actuando. Yo no lo quería perder, yo no quería pensar en verlo en un futuro con otra chica que no fuera yo. Estaba siendo patética, pero era una necesidad masoquista. No quería imaginarlo con más chicas, e imágenes creadas por mi imaginación pasaban una y otra vez por mi cabeza. Él con la chica de inglés, él con una porrista, él con la chica de esa fiesta. Estaba desquiciándome por algo que ni siquiera era probable que pasara…
¿Cuándo me había vuelto tan imbécil, cuándo me había vuelto tan vulnerable?
Ya tenía la respuesta… desde el momento en que Iván había aparecido en mi vida.


Crucé la siguiente calle, no me fijé si venía o no un auto, quería llegar lo más pronto posible a mi casa. Ya casi sentía las mantas de mi cama, necesitaba dormir, y no pensar en nada más que en la almohada. Pero un sonido agudo hizo que levantara mi cabeza. Las ruedas se deslizaron por el asfalto, y yo quedé pasmada, no podía despegar mis pies del suelo, sabía que debía moverme de ahí, pero sólo cerré mis ojos. Oí como la lata chocaba contra mi cuerpo. Escuché el ligero grito de una mujer. Vi el cielo gris, y sentí unas cuantas gotas caer en mi rostro, luego, todo se volvió en simple y llana oscuridad.
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Pétalos de flores caían a mi alrededor, el cielo se encontraba por fin despejado, pero había llovido hace poco, el olor a “lluvia “ impregnaba el ambiente, y me sentía viva, sabía que luego florecería la pequeña semillita que había plantado ya hace algunas semanas, y ya estaba convertida en un verde y robusto tallo. Los rayos de sol apuntaban directamente a la futura flor.


-Sofía, debes entrarte, está húmedo el pasto, te enfermarás – gritó mi madre desde la puerta de la cocina, le dediqué una gran sonrisa, y volví a mirar la pintita roja que se asomaba de la punta del tallo, faltaba poco...
Pero la lluvia volvió a caer y el botón se volvió a cerrar. Suspiré pesadamente.
- Dale tiempo al tiempo – dijo mi madre apenas entré a la cocina.

-¿Por qué lo hiciste Sofía? – su cara estaba crispada por el dolor.
-¿Qué hice Iván? ¿Te engañé? – le grité, mil lágrimas caían por mis mejillas.
- ¡Te parece poco! – desvió la mirada de mis ojos.
-Pues, es la verdad, no soy perfecta, no soy el ángel inmaculado que creíste que era.
- En verdad no te reconozco, o quizás es que nunca te conocí – se alejó de mi, y el dolor creció, ¡Por qué se iba!
-Sólo déjame.
- Lo haré – hizo una mueca que rompió lo poco que quedaba de mi corazón – nunca más interrumpiré tu vida.

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Al desaparecer de mi vista, sentí que perforaban mi pecho, lloré descontroladamente, ¡Yo no quería que se fuera!, la angustia se apoderó de mí. Sentí que la oscuridad volvía a consumirme, y esta vez parecía arrastrarme a lo más profundo...


Lo que está en "---"es como un sueño, pensamiento, o algo así. Sé que el cap esta raro, pero es lo que nació de mi (: Bueno, si están pensando, "Entonces eres rara¿?" ¡Si! Lo soy :D. Todo se confabuló en mi contra esta semana para no sacarlo antes, pero aquí está!, Por favor no me abandonen con los comentarios, sé que no me los merezco por dejarlas tanto tiempo, pero intento reivindicarme. Bueno eso, Se cuidan :P 

2 comentarios:

  1. Buenaas xD
    Vale, porque yo hago algo parecido en mi nuevo blog y porque luego lo has esplicado, porque me he liado con lo que está en cursiva :P

    Pero el capitulo me ha dejado un poco rayada xD
    Me has dejado dandole vueltas a todo y lo he leido tres veces xDxD

    Que sepas que aquí me vas a tener siempre dando por saco, comentandote en tods los capítulos eh?(:
    Besoos!

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  2. Está raro el capítulo pero muy bueno como siempre. Me gusta tu historia ... Pero una consultilla ? Qué pasó con Charles D:? Eso espero que publiques pronto (:

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