miércoles, 29 de diciembre de 2010

Capitulo 14

Me encontraba sentada en el borde de mi cama mirándome al espejo. Mi padre aún no llegaba, y yo estaba un poco ansiosa de saber el motivo de la salida a comer. Me examiné, nunca me había encontrado linda… aunque debía serlo, ni mi madre, ni mi amado padre eran feos, ese era el pensamiento que borraba la inseguridad en mi físico.

La puerta de entrada me sacó de mis estúpidos pensamientos. Observé por última vez a la chica que se reflejaba y bajé a encontrarme con mi padre. Se encontraba acomodando su chaqueta en el respaldo de una silla del comedor. Me dedicó una sonrisa y se acercó a darme un beso en la mejilla.

-¿Qué hay pequeña? ¿Lista para cenar? – Asentí, intentando no mostrar mi ansiedad – Me cambiaré de ropa y vamos – Diablos, tendría que esperar más…

A la media hora después estaba en el restaurante, era bastante refinado, y me maldije internamente por no vestirme mejor.  
Ambos ordenamos platos parecidos, por no decir iguales. No quería notarme impaciente, pero papá no daba indicios de querer comenzar la plática. Miré a mi alrededor, mi vista se posó en una feliz familia que estaba a sólo dos mesas de nosotros. Si, definitivamente me recordaba a papá, mamá y a mi en un pasado bastante lejano. La pequeña niña sonreía de algo aparentemente chistoso que decía su padre. Miré a papá que estaba observándome directamente. Le dediqué una sonrisa, quizás incitándolo a que dijera lo que tenía guardado. Jugueteó un poco con su comida, y yo rogué en mi interior por que no fuera algo tan grave. Finalmente soltó el tenedor y me observó.

-¿Recuerdas a Samanta? – enarqué una ceja, ella era la Barbie ejecutiva.
Asentí.- bueno ella es mi asesora financiera, en el último tiempo, la tienda ha ido genial, pero eso ya lo sabes – me sonrió – bueno el punto que se me ha presentado la oportunidad de agrandar el negocio…
-Oh, ¡Papá eso es genial! – lo interrumpí.
- Si hija, y es una buena oportunidad para establecerme financieramente, además me he contactado con amigos del pasado, ¿Recuerdas la banda en que estaba cuando tú eras pequeña? – esbozó una gran sonrisa.
-Claro que recuerdo.
-Pues volver a Francia sería una buena posibilidad de volver a juntarme con ellos- Papá quería rehacer su carrera como músico, y eso me encantaba, pero, esperen, ¿Dijo Francia?
-¿Qué quieres decir con volver a Francia?
- Bueno si, volver, a una tienda allá no le iría nada de mal…
-Pero…no papá, si tenemos todo acá…
-Pero allá tenemos mucho más – bajó su mirada – sé que es un cambio brusco, pero piénsalo querida, allá hay buenas universidades. – su sonrisa se borró levemente.
-Pero… - no pude seguir -¿estaría a kilómetros y kilómetros de distancia de Camilo, Tania, Mandy e Iván? Papá pasó su mano por mi mejilla.
-Cariño, no te estoy obligando, si, es cierto que sería una buena oportunidad, pero antes de todo estás tú, hay que pensarlo fríamente, no me digas hoy qué piensas, decisiones así no se toman todos los días – me guiñó un ojo para infundirme ánimo. Suspiré. Yo estaba completamente segura que no quería irme tan lejos, por mucho que amara Francia, aquí estaba mi hogar…estaba Iván, mis amigas, todo. Pero debía intentar pensarlo por papá, o “simular que lo pensaba”. Terminamos de cenar y fuimos a casa. Le di rápidamente mis buenas noches a papá y subí a mi habitación. Me quité la ropa, me puse mi gran polera de Mickey Mouse, y abracé mi almohada. No sé por qué papá lo intentaba, era obvio que yo no me iría. Pero ¿acaso no estaba siendo muy egoísta? Quizás si, pero mi corazón estaba acá.

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El sol golpeaba directamente en mi rostro, sonreí, me di una vuelta disfrutando de la sensación de los rayos solares, hace mucho tiempo que no hacía calor, y había logrado extrañarlo. Una risa masculina me despertó de mi danza. Me giré a enfrentarlo ¡Por fin había llegado! Corrí a abrazarlo y  besó todo mi rostro. Se podía decir claramente que estaba enamorada, y él de mí. Me separé y lo tomé de la mano para guiarlo hasta el centro del pequeño prado. Di un paso, pero no pude avanzar puesto que Iván no se movía conmigo. Fruncí el ceño.

-Ven – tiré de él – ven conmigo – sonreí pero muy pronto se borró esa sonrisa. Iván negó con la cabeza. - ¿qué pasa?
-Me mentiste…-su voz cambió, estaba enojado, en su rostro se notaba.
-No…no lo hice – bajé mi mirada, ¿Por qué dudaba de mi?
- Claro que sí – se soltó de mi mano – siempre has sido una mentira…

Gotas cayeron por mis mejillas, pero rápidamente me di cuenta que no eran sólo lágrimas, el cielo se había vuelto gris, y la lluvia no había tardado en hacerse presente. Pasé apresuradamente mi antebrazo por mi cara. Miré a mí alrededor, él se había ido.

-¡Dijiste que nunca dejarías de amarme! – grité.
- Y nunca lo haré – susurró alguien a mi oído, me di vuelta.
-¿Tom?
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Me senté en mi cama y miré por la ventana. “Solo fue un sueño” pensé. Lo único que faltaba era que me pusiera a delirar con Tomás y al parecer había empezado. Observé el pequeño reloj que estaba en mi velador, faltaba una hora para tener que levantarme. No sé si está de más decirlo, pero, no pude volver  dormirme. Me levanté al rato, y me vestí tranquilamente. No me di ni cuenta del tiempo hasta que oí que papá bajaba las escaleras para hacer el desayuno. Bajé yo también al rato. Hablamos de algunas cosas superficiales hasta que el timbre sonó. Me sorprendí, porque habitualmente las visitas no son a las 7:30 de la mañana. Fui a abrir.

-¿Charles? – enarqué una ceja, él me sonrió –¡Oh! En verdad eres tú, idiota que desaparece un mes – le propiné un puñetazo en su pecho. 
-Dios, también me alegra verte – me abrazó y me elevó unos centímetros del suelo- ¿Cómo estás enana?
- Bien, pasa – lo tomé del brazo y casi lo arrastré hasta la cocina. Saludó a papá, hablaron de algunas cosas superficiales, tales como, “¿Qué tal los estudios?”- Chicos, debo irme a clases – me acerqué a papá y le di un beso en la mejilla.
- Te acompaño, me queda de camino a la parada de autobús para irme al campus – dijo Charles – Bruno – él tuteaba a papá – después paso por la tienda – le sonrió.
-Ok, hasta luego.

Salimos en silencio de la casa, y en el camino al instituto siguió igual. La verdad, me estaba incomodando, yo siempre hablaba de todo con Charles.

-¿Por qué desapareciste?- lo miré de reojo- pudiste haber llamado, por último a decir un “¿Qué hay?”.
-Lo sé, es sólo que ya sabes, con los exámenes me queda poco tiempo y…
-¿Y?
-Bueno han habido problemas en mi casa – hizo una mueca y desvió su mirada al cielo – Charlotte, quedó embarazada, mamá se volvió loca, y papá, bueno tu sabes cómo es, lo tomó muy mal, hasta le pidió que abortara.

Charles pasó rápidamente sus manos por su cabello. Tomé ligeramente su brazo para que se detuviera. Se giró a observarme y yo lo abracé, sabía que estaba desesperado. Charlotte era su hermana menor, apenas había cumplido los 18, y estaba segurísima que mentalmente tenía con suerte los 15, era demasiado inocente, o así la recordaba. No se llevaba muy bien con mi amigo, pero como todo hermano, se amaban.

-¿Y el padre del niño? – dijo mientras comenzábamos a caminar nuevamente.
-Dios, ese imbécil ni se ha aparecido por la casa, lo peor es que, papá echó a mi hermana a la calle, te juro que lo mataría, pero no puedo, esto me está sobrepasando.
-¿Y donde se está quedando?
- Arrendamos una pieza, no es muy buena, pero le sirve para vivir. Ahora necesito de nuevo el trabajo en la tienda, por eso en la tarde hablaré con tu padre.
-¿Irá Charlotte cuando vayas a la tienda? – ya llegábamos al instituto- me encantaría verla.
- Le puedo decir que vaya – me sonrió, aunque fue un poco forzado. Me detuve cuando ya nos encontrábamos en la entrada. Tomé su mano y la apreté.
-Puedes contar con papá y conmigo, lo sabes ¿cierto?
-Claro hermanita postiza – me abrazó – gracias, en verdad me hacía falta hablar con un monstruito tan tonto como tú.
- Lo sé, me amas – le dí un puñetazo en el pecho, ambos reímos.

Apenas entré me dirigí al casillero, intenté localizar a Iván, pero no se encontraba por ninguna parte. Comencé a caminar hacía el salón de Matemáticas, rápidamente Camilo se unió a mi caminata. No nos dijimos mucho más que un “Hola”. Estaba durmiéndome encima de la mesa mientras el profesor explicaba una maldita ecuación que ocupaba casi toda la pizarra. ¿Quién habría sido el señor aburrido que se le ocurrió la matemática? No lo sé, pero lo odiaba. Sentía unos murmullos venir desde el fondo del salón. El profesor estaba un poco harto. Noté que se trataba de la oxigenada y su amiga del cerebro de maní. El profesor caminó hasta donde ellas estaban y les dio una de sus lecciones de vida. Luego les quitó un pequeño papel que se pasaban la una a la otra. Como siempre lo leyó en público.

-Haber, ¿Supiste la que se armó ayer en el entrenamiento de los chicos? – Camilo dio un respingo, yo enarqué una ceja y me di vuelta a mirar en donde se encontraba en profesor – Nikki dice que Iván y Tom casi se matan, estoy segura que fue por culpa de esa perr- el profesor frunció el ceño, terminó de leer en silencio el papel y luego observó con rabia a las creadoras -¡A la dirección! – ellas se sonrojaron a más no poder, y luego se encaminaron a la salida, a sabiendas que no podrían rogarle nada al señor Figgins. Una de ellas al pasar por mi lado me dedicó una mirada que no supe descifrar, pero no era buena, de eso ni dudarlo.

El resto de la clase, para desgracia del profesor, siguió con murmullos. Le quise preguntar a Camilo, pero mágicamente en ese preciso momento había decidido prestarle atención a la explicación de la extraña ecuación. ¿Habían discutido?, o más bien ¿peleado?, ¿Por qué? Aunque podía apostar que la provocación había venido de Tomás. Tendría que preguntarle a alguien, y ese “alguien” debía ser Iván. Un mal presentimiento se instaló en mi estómago, y se estaba mezclando con el cosquilleo que sentía al pensar en Iván.
No me topé con nadie involucrado hasta la hora de almuerzo. Comencé a hacer la fila y pronto llegó Iván. No se veía muy animado al saludarme, y eso me dolió un poco. Pude notar que tenía un morado en su pómulo, además de la pequeña herida de su labio (mi culpa), que ahora estaba acompañada de un corte en la comisura. Quise golpear a Tomás, pero no se hubiera visto bien, no en esos momentos. Suspiré y me fui hasta su lado en la fila.

-¿Qué diablos pasó? – miré sus labios.
-Una idiotez – también tenía ojeras.
-Pues me encantaría saberla – enarqué una ceja.
-Ya debes saber qué pasó – miró a su alrededor – aquí las noticias corren rápido – suspiré, al parecer no estábamos llegando a ninguna parte.
-¿Por qué?- pregunté. Faltaba poco para que nos atendieran. Iván tomó mi mano y salimos del casino. Me guió hasta un salón vacío.
-¿Qué pasó antes de que te atropellaran? – la pregunta me tomó desprevenida.
-¿Qué mierda te dijo Tom? – mi novio hizo una mueca.
-Eso no es lo que pregunté.

No sabía que decirle, quizás la verdad hubiera estado bien, pero a veces traía más problemas, y yo no quería que se volvieran a pelear, aunque, Iván era pacífico, o eso quería creer.

-Antes de que me atropellaran… hablamos con Tom, luego discutimos – observé mis zapatillas- sabes que nunca nos hemos llevado muy bien, yo había acompañado a Mandy a su casa, y luego él llegó.
-¿Te dijo algo malo? – acarició mi mejilla. Cerré los ojos.
-Nada que no se pueda llegar a decir en una discusión.

Sentí sus suaves labios tocar los míos, su lengua recorrió mi labio inferior, y me dejé llevar por los movimientos. Nunca comprendería cómo nos complementábamos tan bien, desde tomarnos las manos, hasta besarnos, era perfecto, siempre y cuando estuviera con Iván. Nos miramos a los ojos por algunos segundos.

-¿Hay algo más? – Rayos, pensé que había desviado el tema. Quité mi mirada. El beso, el beso, el beso, el beso. Una y otra vez pasaba por mi cabeza, no era que me hubiese dejado marcada, pero me sentía culpable de ocultárselo, quizás cuando las cosas estuvieran más frías podría decírselo tranquilamente a Iván. Por ahora, me lo guardaría.
-No en estos momentos. – el frunció el ceño. Lo más probable es que hubiera preferido el “No” rotundo, y yo no se lo dí. 
-Ok – entrelazó nuestras manos y volvimos al casino.

Algunas miradas me pusieron incómoda. Sólo Dios sabía que odiaba ser un tema. Terminó la hora de almuerzo y luego lentamente las horas que me quedaban. Debía ir a la tienda de papá. Recogí algunas de mis cosas. Alguien me golpeó en contra de los casilleros. Me di vuelta para encarar al estúpido. Una cabellera rubia, bastante falsa, llamó mi atención. La chica con la que hace bastante tiempo había peleado, estaba parada en frente mío con una mirada maliciosa. 

-Creo que acabas de empujarme – cerré mi casillero – y espero una explicación.
- Pues creo que las rameras se lo merecen – su voz chillona me exasperaba, y sus comentarios me hacían peor. No la golpeé ahí mismo porque los pasillos estaban llenos de gente, y no hubiera sido el mejor escenario.
-Ok – inhale profundo – creo fielmente que hay que hacer oídos sordos a palabras estúpidas. – Pasé por su lado para dirigirme a la salida.
-¿Crees que te durará mucho tiempo tu mentira? – me di vuelta para observarla.
-¿Qué?
-Tú sabes muy bien a qué me refiero.
- No pinturita, no lo sé por eso te pregunto.
- Pues, “si no lo sabes” – dibujó las comillas en el aire – luego lo sabrás.

Rodé los ojos y la dejé vociferando sola. Me encontré con Iván en el estacionamiento.

-Voy a ensayo- me guiñó un ojo - ¿Vienes?- mil mariposas revolotearon en mi estómago.
- Me encantaría – sonreí – Pero, quedé con Charles en la tienda de papá, por fin apareció, veré a su hermana.
-Ok – pasó sus manos por mi cintura y me acercó a él- Entonces te veo mañana en Sin Censura – me dio un delicado beso a modo de despedida – A las 10 de la noche, te estaré esperando- susurró en mi oído generándome un cosquilleo por toda mi espalda – O ¿te paso a buscar antes?
- No, sabes que papá querrá que le ayude en la tienda – hice una mueca – estaré ahí, no te preocupes.

Me fui a la tienda de papá y me puse a trabajar. Alrededor de las seis de la tarde apareció Charles y una menuda chica detrás de él. Enseguida la reconocí como Charlotte. Hace bastante tiempo que no venía, siempre estaba con su novio, eso decía Charles. Se veía realmente mal, cansada y sus ojeras no ayudaban mucho a decir lo contrario. Me dio tristeza verla así, nunca nos habíamos llevado mal, tampoco éramos las mejores amigas, pero la estimaba. Se parecía bastante a Charles, tenía el cabello castaño claro que le llegaba hasta la cintura, yo era más bajita que ella, y su figura era la de cualquier supermodelo. Me acerqué y la saludé. Le enseñé una mesa, para que pudiéramos sentarnos mientras papá hablaba con mi amigo. El silencio nos inundó enseguida. No sabía que decirle así que partiría por lo simple.

-¿Cómo has estado? – le sonreí.
-Bien – intentó devolverme la sonrisa, pero le salió algo más parecido a una mueca – seguramente Charles te contó todo – fijó sus ojos en los míos.
-Si – fijé mi vista en el servilletero que se encontraba en el centro de la mesa – y no te juzgare ni nada, sólo quiero que sepas que cuentas conmigo.
-Gracias – suspiró – quisiera trabajar – dijo luego de una pausa – Charles no quiere, dice que él puede hacerlo y ayudarme, pero, no quiero que haga eso por mí, no me lo merezco.
-No digas eso.
-Sabes que es verdad, quizás hasta mi padre tiene razón, pero no mataré a mi hijo.

Me quedé callada. Pero debía hacer algo para ayudar a Charlotte, si yo estuviera en su lugar, me gustaría tener el apoyo de mis amigos, si es que mi familia no me lo brinda. Seguramente ella se sentía sola, su único apoyo era Charles. Se me ocurrió decirle que se fuera a vivir con nosotros. La casa no era tan grande, pero pequeña no era y donde caben 2, caben 3. Por supuesto, ella y Charles se opusieron, diciendo que sería un abuso de confianza, pero a papá le gustó la idea. También apreciaba a Charlotte, por lo tanto acordamos que el día siguiente iría a casa. Quizás podría ser como “mi hermana” o eso dijo mi padre. 

El sábado por la mañana, tuve que ayudar a papá a arreglar el cuarto en donde Charlotte dormiría. Afortunadamente teníamos una cama de más.

Aún tenía la extraña presión en mi estómago, quizás era un efecto de los extraños sueños que había tenido. Yo no quería separarme de Iván. Quise pensar que los sueños eran a causa de mis miedos, y de la pelea que él y Tomás habían tenido. “Sólo es eso” – me dije a mí misma.

Iván’s POV

-Voy a ensayo- le guiñé un ojo, siempre cuando lo hacía sus mejillas se teñían de un lindo rosa- ¿Vienes?
- Me encantaría – me sonrió – Pero, quedé con Charles en la tienda de papá, por fin apareció, veré a su hermana. – Me resigné,  me hubiera encantado que me acompañase al ensayo. Estaba harto de ver a Marcus y a su novia, necesitaba una distracción y que mejor que mi novia.
-Ok – la abracé- Entonces te veo mañana en Sin Censura – posé mis labios en los suyos rápidamente, ya que si no, no la dejaría ir – A las 10 de la noche, te estaré esperando. O ¿te paso a buscar antes?
- No, sabes que papá querrá que le ayude en la tienda, estaré ahí, no te preocupes.

La vi alejarse, quizás parecía un maldito cursi, pero amaba verla, y tenerla conmigo.
Estaba harto de los cotilleos de pasillo. Me habían llegado tantos comentarios de la pelea con el idiota de Tomás que casi no recordaba mi propia versión. Un ligero toque me despertó de mis cavilaciones. Me di vuelta para encontrarme con… ¿Cómo se llamaba? Pues no recordaba, pero era aquella chica con la cual Sofía se llevaba a muerte. Rodé los ojos, aunque dudaba que la chica lo hubiese notado. Me molestaba un poco su cercanía, y no era sólo por su fuerte perfume. Si no por que en la fiesta en mi casa, yo la había besado, estaba pasado de copas, y si, me arrepentí cuando vi a Sofía mirándome. Luego aclare las cosas con ella. Pero no se cansaba de coquetear conmigo, o eso parecía.

-Hola Iván – sonrió – Oh, pobre tu labio – estiró su brazo intentando, supongo yo, tocar en donde tenía herido, pero yo me alejé.
-¿Que quieres? – intenté sonar amable.
- Ah cierto – volvió a sonreír – Lamento lo de tu novia.
-¿Qué? – enarqué una ceja.
- No es necesario que lo ocultes, todos lo saben – hizo una mueca – Tom y ella se besaron ¿cierto?- Mis ojos casi se salen. ¿Qué hicieron ,¡qué!?
- ¿No lo sabías? Tomás nos lo contó hoy – me dio unas palmaditas en el brazo – en verdad lo siento. Quizás no debí decirte…

No sé si dijo algo más, yo fui directamente a donde estaba Tomás con sus amigotes. Lo tomé de su chaqueta y lo arrastré lejos de modo que no nos escucharan.

-¿Qué bicho te picó Kozlov? – golpeó mi mano para que lo soltara, y así lo hice.
- Tú y Sofía – inhalé - ¿Se besaron?- él enarcó una ceja - ¿Eso pasó antes de que la atropellaran?- se quedó callado - ¡Responde!- le grité.
- Si – el muy maldito parecía orgulloso.
- Mientes – lo tomé nuevamente de la chaqueta - ¿La obligaste?- se quedó callado.
- ¿No piensas que quizás se dio cuenta de que el mejor partido soy yo? – estaba a punto de golpearlo pero continuó – Primera vez que el engañado eres tú, y no la chica que está contigo. ¿Qué se siente?
- Cállate imbécil – lo empujé. Me di media vuelta y fui hasta mi moto. Quería preguntarle a Sofía, necesitaba saber de su boca si era verdad. Pero no podía ir tan alterado. Pensé en un lugar, descargarme con la guitarra en el ensayo sería una buena opción. Ya tendría hasta mañana para enfrentar a Sofía…

¿Por qué me engañó? ¿Por qué con él? 

¡Feliz navidad! (atrasada) . Bueno este es un regalo, aunque me atrase, es un poquito más largo. Y no se si dieron cuenta, pero para enmendar mi atraso, ¡Música nueva!, quizás soy la única que me emociono jahsja, pero bueno. Publicaré después de año nuevo (: Se cuidan chicas, y anticipadamente, Les deseo un lindo Año Nuevo, pásenlo bien, coman harto, pidan hartos deseos ( no se si eso se hace (?) , ¡Disfruten de la llegada del nuevo año! que sólo pasa una vez en el año (? lo lamento ando obvia hoy ): 

6 comentarios:

  1. me encantó la historia y tu blog! el Ivan me da mucha lástima y Sofia también, espero que no sufran mucho. Me gusta mucho la historia, me la he leído del tirón!
    te invito a leer mi historia y espero que me digas que te parece:
    http://elrenacerdelaoscuridad.blogspot.com/
    mil gracias y espero que publiques pronto! avisame cuando lo hagas!! sk trabajo muxas horas y soy algo despisatada, muy mala convinacion jejeje gracias!! saludos y abrazos!!!!!

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  2. gracias x pasar x mi blog espero que publiques pronto y que leas mi historia.
    gracias x pasar de nuevo!!
    nos escribimos!!
    abrazos

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  3. hola! he de decir que tu comentario me ha quitado el aliento. ha sido una sensacion que no puedo explicar, me alegro muxisimo que te guste y siento si me odias jejje no era mi intención.... jeje yo tambien te sigo encantada y espero que publiques pronto. gracias !! de verdad x pasar!!!
    mañana publicare la segunda parte del 5º cap. hoy he publicado pero no de esa historia, está en mi segundo blog y es el inicio de otra historia.
    hasta luego y mil mil gracias x todo lo que me has dixo y tu tb sigue así!!! y SOBRE TODO!! NO TE OLVIDES DE AVISARME EN CUANTO PUBLIQYES!!!

    lighling

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  4. hola? k tal? pasaba a ver si habias publicado algo nuevo y a saludar. espero k te vaya todo bien y de paso aviso k he publicado algun cap mas x si te apetece paasar, espero k te guste y tb k todo te vaya de maravilla.
    un saludo y feliz semana!!

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  5. Me encanta Tuú Blog, siempre me meto para ver si actualizas!
    Te Sigo!
    Pasate por el mio y si te gusta sigueme!
    Bisous!
    L.

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  6. hola!! como va? pasaba a ver si había algo publicado pero veo k anndas ago liada, espero k publiques pronto, lo esperare e ire pasando!! bueno un gran saludo!!
    xcierto tengo nuevo cap espero k te pases y te guste!! gracias!!

    Lighling de
    http://elrenacerdelaoscuridad.blogspot.com/

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