viernes, 22 de abril de 2011

Capitulo 20

Estaba harta de todo, papá me había obligado a ir a conocer nuevos colegios. La mayoría de los que vi parecían conventos, iglesias, o cosas así, muy antiguos para mi gusto. Y luego de mucho buscar por  fin dimos con uno que se veía más “normal”. Papá me dijo que me dejaría terminar con mis semanas de vacaciones y luego llamaría hasta a la guardia nacional si es que no quería ir a clases.

Al día siguiente de conocer a Gabriel, él llamó a Charlotte para llevarnos a conocer nuevos lugares, no tenía ganas de salir, pero lo hice por mi amiga, ella tenía derecho a divertirse. Quedamos de encontrarnos en una cafetería del centro, cuando llegamos pasé mi mirada por las mesitas, y vi una pareja de chicos que nos saludaban con la mano, reconocí enseguida a Gabriel, pero a el otro chico no lo había visto nunca en mi vida.

-¿Cómo están chicas? –dijo Gabriel muy cortésmente – les presento a Antonio – el chico de ojos celestes sonrió y luego tomó mi mano y la besó. La sangre subió a mis mejillas, quise que me tragara la tierra, no debía sonrojarme, pero era inevitable.
-Un gusto – dijo Antonio mientras me dedicaba una sonrisa.
-Lo mismo decimos – dijo Charlotte como para salvarme, retiré mi mano de la de Antonio, y le sonreí como para mostrarme más cómoda.

Pedimos cuatro cafés para llevar y nos dispusimos a recorrer las calles de París. Rápidamente pude notar cómo Gabriel intentaba mantenerse al lado de Charlotte, ella iba con una linda sonrisa pintada en su rostro, se notaba a leguas que Gabriel estaba loco por ella, o con alguna psicópata obsesión, no lo sabía, pero me gustaba él para ella, parecía un chico romántico y sensible. Antonio iba callado a mi lado, observaba a la pareja que iba delante con curiosidad. Intenté pensar algún tema, me incomodaba más el silencio que mi estúpido sonrojamiento, pero él me ganó, y por fin habló.

-Gabriel parece bastante feliz con tu amiga- me dedicó una sonrisa torcida.
-Sí, cualquiera pensaría que le gusta – enarqué una ceja y lo observé. El sonrió.
-Creo que eso es lo obvio – reímos – Por cierto, aún no me dices tu nombre.
-Supuse que Gabriel lo había mencionado…
-Claro, pero me gustaría oírlo de tus labios – observó mi boca por unos segundos, y mis mejillas ardieron. Bebí un poco de café, intentando inútilmente que él no se diera cuenta.
-Me llamo Sofía.
-Lindo nombre – nuevamente me sonrojé- Mi madre se llama Sofía.

No supe que decirle así que mantuve silencio. ¿Por qué me estaba sonrojando? Debía admitir que Antonio era guapo, y su sonrisa tenía un matiz de seducción, además no podía evitar que cuando él me decía cualquier cosa me sonrojara, pero definitivamente no me gustaba, no, eso nunca. Observé a Gabriel hablándole a Charlotte acerca del barrio en el cual nos encontrábamos. Tomé la madura decisión de comenzar a ponerle atención “a nuestro guía” antes de seguir hablando con Antonio, pero al parecer él no se rendía con intentar poner un  tema de conversación.

-Es incómodo caminar y ver a la feliz pareja de delante, sin dirigirnos ni una sola palabra ¿No crees? – él se rió y luego hice lo mismo.
-Tienes razón…Pues, cuéntame acerca de ti – sonreí.
-Está bien señorita, pero debo advertirte que no soy muy interesante…

Me estuvo contando acerca de él mientras seguíamos al emocionado Gabriel. Supe que él era de Grecia, pero se había ido a los 10 años a Francia. Estaba en su último año de colegio. Quería ir a una universidad fuera de Francia, la verdad siempre había querido salir de Europa. Vivía con sus padres y su hermana pequeña, llamada Lucy.
Quise evitar hablar de mí, pero le conté lo básico. Pasamos la mayor parte del día caminando, almorzamos en un pequeño restaurante, demasiado romántico para mi gusto. Entrada la noche las luces alegraron la oscuridad y se alcanzaba a ver la torre Eiffel.

-¿Quieren ir a la torre? – dijo Gabriel mientras se acercaba un poco a Charlotte.
-Claro, ¡siempre he querido ir! – sonrió ella, al parecer después de un día conversando tenían un poco más de confianza -¿te animas Sofía?

Los observé, no quería arruinarles el momento, pero por alguna extraña razón no tenía ganas de ir. Hice una mueca y luego hablé.

-Lo siento chicos, la verdad no me siento bien – mentí – creo que el almuerzo me ha caído mal.
-Oh, no te preocupes – dijo Charlotte – podemos ir otro día.
-No, no – no quería que ella se perdiera la oportunidad de ir con Gabriel, sabía que en el fondo quería ir- tú te quedas, yo me iré a casa, y luego Gabriel- lo miré – te lleva, ¿Cierto?- el interpelado asintió con una sonrisa. Charlotte me enarcó una ceja, sabía que más tarde me mataría.  
-Pero como volverás sola…
-Yo te puedo acompañar – me dijo Antonio – si tú quieres…
-Sí, Sofía, que Antonio te acompañe – sonrió con suficiencia Charlotte. La quise asesinar con la mirada, pero ella sólo continuó sonriendo – Nos vemos más tarde…

Caminé con Antonio hasta la parada de autobús para luego tomar uno a casa. El silencio nuevamente nos invadió, pero en ese momento así lo preferí. Algo me decía que era mejor estar lejos de Antonio ¿Qué cosa?, no lo sabía, quizás me daba miedo que a veces cuando me observaba mi corazón se acelerara un poco, no era algo alarmante, pero era “algo”.

Llegamos a la parada de autobuses que estaba cerca de casa, e insistió en acompañarme. Cuando llegué, me di vuelta para quedar frente a él.

-Gracias por acompañarme.
-Siempre es un placer – sonrió – ha sido un gusto conocerte. ¿Nos volveremos a ver?
-¿Por qué no? – sonreí.
-Genial, entonces, espero verte algún día de estos – se acercó un poco, y me asusté ¿Qué iba a hacer? Depositó un beso en mi mejilla izquierda y luego uno en la derecha. Luego tomó mi mano y la estrechó- Adiós Sofía.
-Adiós Antonio – solté su agarre y entré rápidamente a casa.

Al cerrar la puerta de entrada tras de mí, papá me observó desde el sofá con una mirada interrogante. Le dije apresuradamente que Charlotte se había quedado un rato más con Gabriel y que me iría a dormir.

Subí a mi habitación, me puse mi remera gigante de Mickey mouse y me tendí en la cama. Estaba agotadísima y confundida respecto a muchas cosas, no tenía ganas de pensar, así que me dormí casi enseguida.

Al día siguiente la molesta de Charlotte me despertó muy temprano con un almohadón en la cabeza, ¡Era exactamente igual a su hermano! Tomé la almohada que tenía en mi cara y la tiré con todas mis fuerzas hacia Charlotte, pero ella la esquivó.

-Eres especialmente torpe en las mañanas – sonrió - ¡Feliz cumpleaños! – una sonrisa traviesa se asomó en sus labios.
-¿Cumpleaños?– me senté en la cama. Ella rodó los ojos.
-Sí, despistada, oficialmente tienes 17 años- se sentó a mi lado y me abrazó, casi me deja sin aliento, pero acepté el abrazo, no podía creer que me había olvidado de mi propio cumpleaños - Venga, levántate y desayunamos juntas, tu padre salió temprano y no quiero desayunar sola – puso su mejor cara de gato con botas y tuve que limitarme sólo a asentir.

Me duché y luego me vestí con unos jeans ajustados oscuros, botines y un swetter blanco largo que dejaba al descubierto uno de mis hombros. Fui hasta la cocina y ayudé a Charlotte a preparar tostadas y huevos. Desayunamos mientras nos reíamos de un programa matutino. Al terminar lavamos los platos y decidí salir a caminar por el barrio. Charlotte me iba a acompañar, pero prefería hacerlo sola. Tomé las llaves y salí de la casa. El día estaba especialmente agradable. Vi un pequeño negocio luego de una cuadra caminando, y entré, recordé mi viejo vicio, le pedí a la señora una cajetilla de cigarrillos, dudó en venderme o no, pero finalmente se resignó. Caminé mientras con una de mis manos tomaba el pequeño tubito de nicotina y con la otra lo encendía, cerré mis ojos.

Tenía 17 años, y no me sentía apta para estar de cumpleaños, era extraño, no sentía esa alegría de ser más grande, no veía motivo para estar feliz. Además me faltaba algo, estaba segura de lo que era, pero también sabía que debía a resignarme a no seguir recordándolo. Aspiré una vez más el tubito y me senté en el césped de una especie de parque que había. Sabía que recurrir al cigarro era una estúpida escapatoria a mis ansias de algo, pero no sabía que más hacer…

17 años…

Aún no me lo creía, ¿Y dónde estaba papá? Él siempre había sido el que me despertaba en la mañanas de mis cumpleaños, siempre entraba con una torta más grande de lo necesario, con las velitas correspondientes a mis años recién cumplidos. Suspiré, quizás había tenido que trabajar…
Saqué otro cigarrillo y lo prendí. Cerré nuevamente los ojos e intenté relajarme mientras inhalaba el humo.

De repente alguien sacó el cigarrillo de mi boca, abrí de golpe mis ojos y quise gritar mil improperios, pero al ver quien había sido me ahogué con el humo que tenía en la boca. Un ataque de tos no me dejaba reaccionar por completo. Cuando me controlé, me paré enseguida y comencé a caminar lo más rápido que pude, quería alejarme de esa alucinación, no quería hacerme daño de nuevo pensando en él, no podía.

Sentí como me tomaban por el brazo, y una corriente eléctrica me recorrió. Estaba completamente segura que había sido mi alucinación, pero fui lo suficientemente cobarde como para no mirarlo. Un nudo se formó en mi garganta y cerré los ojos, no quería llorar, no quería romper mi promesa… “Es mi imaginación, sí, eso es, seguramente había fumado muy rápido y estaba un poco mareada”

-Por favor abre los ojos – dijo con una voz apretada la persona que me tenía atrapada por el brazo. “No lo recuerdes, por favor no pienses en él” – decía mi corazón a mi mente – Por favor Sofía, mírame- No pude resistirme a su voz, no pude, quería correr, quería llorar, pero independientemente de eso, primero tenía que verlo…

Abrí mis ojos y giré mi cabeza hasta verlo… Vi unos ojos marrones que me observaban afligidos, no miento al decir que sentí que me caía en un abismo, una sensación de vértigo me inundó. Me perdí en su mirada, no creía que él estaba sujetándome de un brazo y observándome tan intensamente, era imposible, yo estaba en París, muy lejos de él…

Una lágrima rodó por mi mejilla, sí, yo estaba muy lejos de él, yo lo había olvidado, yo quería olvidarlo, porque él ya no me amaba, es más, nunca lo había hecho.

-No llores – me soltó e intentó tomar mi rostro con sus manos pero yo me alejé. Una mueca de dolor se asomó por la cara de Iván. Sí, era él…Estaba segura que mi mente no me jugaría un juego tan cruel – Sofía… - susurró e intentó acercarse, pero nuevamente me alejé.
-No te acerques – hice un gesto con la mano, y con mi antebrazo limpié las lágrimas que seguían asomándose. Me hacía daño verlo, sentía que la herida se volvía a abrir, y dolía demasiado. Por mi mente pasaban las imágenes de nuestra última pelea, y cada palabra se estaba volviendo a grabar al rojo vivo en mi corazón.
-No me pidas eso, por favor, sé que fui el imbécil más imbécil del mundo – su voz salió dificultosamente y tuve la impresión de que en cualquier momento las lágrimas lo delatarían – Pero perdóname por favor… - dio un paso hacia mí.
-¿Te sientes culpable por haberme dejado? – enarqué una ceja intentando parecer firme – Pues, ok, te perdono, ahora puedes tener tu alma libre de pecados, y seguir haciendo tu vida… - suspiré.
-Por Dios, no me siento culpable, bueno sí, pero mi vida es una mierda sin ti Sofía…
- Tú nunca me amaste, ¿Y sabes qué? Quiero olvidarte, voy a olvidarte…
-Eso es mentira… siempre te he amado,  más que a  cualquier cosa…- dio otro paso.
-No entiendo por qué haces esto, esa vez me dejaste todo claro, no confiaste en mí, no me dejaste explicarte, fuiste un maldito estúpido – las lágrimas arruinaron mi intento de parecer firme, pero aún así seguí - ¿Y sabes cómo me sentí? No claro que no lo sabes, a ti no te importó, eras demasiado feliz con esa zorra en el instituto, y no te bastó con hacerme sufrir mientras estaba allá, si no que vienes y te apareces acá, donde quiero ser feliz sin una estúpida ilusión de amor hacia ti, que siempre has jugado conmigo y que al fin y al cabo si soy una más en tu colección – suspiré y quise correr, pero él comenzó a hablar.
-Sé que me merezco tu odio eterno, lo sé, te lo juro, y sé que quizás me vas a decir que me vaya por donde mismo me vine, pero primero debo dejarte algo claro – dio otro paso hacía mi, y yo no me moví, se encontraba a menos de un metro – Yo te amo Sofía Rossi, te amo más que a mi vida, nunca pensé enamorarme tanto de alguien, y sí, dije muchas cosas y te ignoré por mucho tiempo, pero nunca te olvidé y no quiero hacerlo, fui un orgulloso maldito, me dolió tanto pensar que me habías olvidado, pensar que todos incluso tú se habían reído de mi – una lágrima se asomó por su ojo, pero la quitó rápidamente – yo sé que tienes derecho a no amarme más, lo tienes, pero te suplico que me lo digas, dime si ya no me amas y me iré y te dejaré olvidarme… - yo ya me encontraba sollozando, y él se quitaba rápidamente las lágrimas apenas salían. Suspiré, mi corazón se encontraba latiendo aceleradamente, dolía demasiado, sentía que mis heridas se abrían cada vez más.
-Yo…yo…te amo – dije entre sollozos – pero no quiero sufrir más, no quiero llorar más…- Iván se acercó el paso que nos separaba, y posó una de sus manos en mi mejilla, su tacto me generó un cosquilleo, quise rendirme, pero la pared de defensa seguía instalada, de verdad quería que la punzada que sentía en mi pecho desapareciera.
-Mi vida – susurró, y unas cuantas lágrimas rodaron por su mejilla – no quiero que sufras más por mí, soy un estúpido, te amo…- dijo muy bajito – te amo tanto…

Acercó su rostro al mío y pude sentir su respiración, sentí una placentera presión en mi estómago. También sentí su aroma y me rendí al fin, después ajustaría cuentas con corazón…

Posó sus labios en los míos y nuestras respiraciones se mezclaron. Nuestros movimientos eran sincronizados, como si estuviéramos recordando un baile que habíamos aprendido hace tiempo. Lo necesitaba, mi corazón se aceleró al instante y mis piernas fallaron, Iván paso ambas manos por mi cintura y yo las mías alrededor de su cuello. Su lengua pidió permiso para entrar y yo se lo concedí.

Sentía mis mejillas mojadas y también podía sentir las de él igual. Era un beso tierno, apasionado, cálido. Nos tuvimos que separar en busca del maldito aire, quería que durara para siempre, no quería separarme y arrepentirme de haber caído tan rápido. Pero al mirar sus ojos, no tuve ninguna duda que había hecho lo correcto, ya que, no podía estar lejos de él, era imposible, ya nada dolía, me sentía llena, feliz.

-Te amo – me dijo mientras depositaba mil besos en toda mi cara – te amo, te amo, te amo – me abrazó, sentí su boca en mi cuello, inhaló profundamente – te extrañé tanto – depositó un beso ahí mismo. Suspiré y lo abracé más fuerte.
- Yo también te extrañé – miró directamente mis ojos, con mi mano dibujé círculos en su mejilla mientras limpiaba el caminito húmedo que las lágrimas habían dejado – Te amo estúpido – el me sonrió y atacó rápidamente mi boca, esta vez no tan tiernamente, pero nos tuvimos que separar nuevamente porque ya estaba sin respiración.
-Feliz cumpleaños – dijo con su boca pegada a la mía, y me besó una última vez para luego separarse y buscar algo en su bolsillo. Sacó una cajita azul, me la pasó y yo la abrí. Había una medallita en forma de corazón, me acerqué un poco para poder ver qué tenía grabado y leí:

“Sólo tú y yo, amor”

-No sé si aún la tienes- se sonrojó, algo raro en él – pero si es así, puedes ponerla en la pulsera que una vez te regalé...- Levanté mi mano que se había entrelazado con la suya y le mostré la pulsera con la “I” colgando. Él sonrió deslumbrantemente tomó el corazón y lo colgó de la pulserita.
-Soy una masoquista…- me sonrojé y observé el nuevo adorno de la pulsera - ¿Solo tú y yo?
-Sí…
-¿Lo prometes?
-Te lo juro…

Aquí llego con una entrada que especialmente me gustó mucho... Espero, sinceramente, que haya sido lo que esperaban (: Gracias por los comentarios, me alegran el día chicas ( o chicos, si es que anda alguno por ahí) ¡Nos leemos pronto!

11 comentarios:

  1. ay que bonitooo
    que alegria que vuelvan a estar juntos!!! :)
    quiero leer maaaas
    Bsoos

    ResponderEliminar
  2. me encanto por fin estan juntos y gracias por pasarte por mi blog depronto publique mas caps amooo tu novela espero que publiques pronto

    Besos cami

    ResponderEliminar
  3. ahhhh! amo este capítulo! ;)
    Me encanto el final del capítulo ya que por fin están juntos :D
    Tengo ganas de seguir leyendo para ver que pasa ahora.
    Ya he puesto nuevos capítulos en mi blog LA VIDA CAMBIA: http://lavida-cambia.blogspot.com/2011/04/capitulo-21-el-pasado-vuelve-la-luz.html
    Espero que te guste!
    Besoss

    ResponderEliminar
  4. Uooooooooooooh T.T
    Dios que casi me echo yo a llorar tambien ya que estamos xDD
    Me gustó no, me Encantó ^^

    Publica prnto mi niña!
    Besos!

    ResponderEliminar
  5. Me encanta el blog! Tiene un diseño espectacular!
    Pero lo mejor de todo es cómo escribes :)
    Sin palabras!

    un besito

    El rincón de los sueños perdidos

    ResponderEliminar
  6. ola J ... hace bastante k no me pasaba x mi blog i no habia visto el comentarios k habia me habias dejado.. i tienes toda la razon nos parecemos .. i realmente k nos pareceos respecto a nuestros gustos ...jejej .... me alegra k escribas x k lo haces muy bn i espero k sigas siendo así de buena =) ... me gustaria k nos pusieramos en kontacto .. tienes facebook ? si lo tiene i te gustaria k hablasemos dejame un cometario en la ultima entrada que tenga en mi blog .. gracias Bss =)

    ResponderEliminar
  7. me encanto, leo siempre tu novela , aunque perdon si no comento, espero que sigas leyendo la mia :) bueno byeee muy lindaaaa

    ResponderEliminar
  8. Pasate, no te vas a arrepentir :D

    http://cantando-enla-lluvia.blogspot.com

    ResponderEliminar
  9. awwwwwwwwwwww
    adore tu blog
    aacabo de leer toda
    tu hstoira yy la ame!!!
    besos...
    Pt:re pasarias por mi blog por fis...
    http://historiadeamorlovestory.blogspot.com/
    gracias...

    ResponderEliminar
  10. Bueno, pensaba que habia comentado cuando lo leí, pero ahora veo que no... bueno, decirte que me gusta mucho la novela y que espero algún dia tu capitulo eh? Y decirte también que tienes una sorpresita en mi blog, mirala! :)
    http://flower-power-24.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  11. me encanto quiero leer mas es una de las novelas me mas me han gustado pasate pormi blog es una historia que acabo de empperzar http://lavidasecretadespencertyler.blogspot.com

    ResponderEliminar