lunes, 13 de septiembre de 2010

Capitulo 2

-¿Mamá? – Más lágrimas – Pero tú, tú te fuiste, me abandonaste, nos dejaste solos. Por..Por qué – dolía, después de tanto tiempo seguía doliendo- Pudimos haber sido una familia normal – dije ya sin aliento.

Ella me seguía mirando, simulaba una estatua, no había movido ni un solo músculo, y me observaba.

-Sofi – dijo con su tono de voz que yo aún recordaba – Sofi…Sofi…So..

Y ya estaba en mi habitación, con mi padre tomándome de los hombros, y sacudiéndome suavemente. Sentí un aire helado pasar por debajo de mis ojos, y supuse que tenía todas las mejillas mojadas. Papá pasó su mano intentando secarla.

-Oh mi amor, ¿Estás bien?, fue sólo un sueño – me abrazó.
-¿Por qué tuvo que irse papá?- dije igual que una niña pequeña – Pudo haberse quedado, ¿acaso no me quería? – me acurruqué en sus brazos intentando encontrar tranquilidad.
- Querida, hay veces que la gente se equivoca, pero no por eso tú debes sufrir, me tienes a mí, y sabes que siempre estaré para ti, porque eres mi niñita pequeña – dijo sacándome una sonrisa.
- Hey no soy tan pequeña – reímos.
- Quizás no, pero siempre serás más que yo, de lo contrario sí que sería raro. – me besó la mejilla.
- Te amo papá – susurré antes de rendirme en los brazos de Morfeo, o en este caso, de mi padre-feo.

Me desperté al sentir un gran peso caer encima de mí, y por supuesto grité como si mi alma se la llevara el diablo. Y al ver de quien se trataba, no pude hacer más que rodar mis ojos. Charles.

-¿Qué se supone que haces en mi cama? – dije tirándole un cojín.
- Tu papá tuvo que ir de emergencia a la tienda, y pues me pidió si te podía ir a dejar al instituto – rodé los ojos.
-Tan pequeña me veo que no puedo irme sola a clases – dije levantándome de la cama.
- Pues… desde mi punto de vista, sí y no. – dijo mirándome de pies a cabeza. Noté que estaba con mi remera que usaba para dormir, y mucho no cubría.
- Eres un cerdo – me reí y él me siguió- ahora puedes salir, para poder vestirme en paz.
- Ok, ok, pero no soy un cerdo, soy un lindo chico – dijo con suficiencia.

Rodé mis ojos y cerré la puerta después que salió. Charles, definitivamente era un bombón, o eso decían todas las babosas de la tienda. Tenía el cabello rubio, y los ojos marrones, y pues sus rasgos eran bastantes lindos (lo admito, era atractivo, pero era como mi hermano mayor), iba en primer año de universidad estudiando leyes. Me dispuse a vestirme, escogí una remera con tirantes, un jean de color claro, mis converse blancas, y una campera para capear el frío matutino. Me hice una cola alta, para andar más cómoda. Fui a la cocina saqué la botella de leche y tomé de ahí mismo.

-Wow que fina – me dijo Charles.

Lo tomé del brazo y salimos de la casa. El día estaba nublado pero mucho frío no hacía. Disfruté del aire helado chocando con mis mejillas, cerré mis ojos, y comencé a dar vueltas. Sentí una risita proveniente de Charles, pero no dijo nada más, y supongo que era porque me conocía lo suficiente como para saber que no debía hablarme. Quizás él era el hijo perdido de papá, “Estás loca” dijo mi conciencia, “Lo sé, pero me gusta tener un casi hermano mayor”. Dejé de dar vueltas porque ya me estaba mareando. Charles me pasó uno de sus brazos por mis hombros, y yo el mío por su espalda, así caminamos hasta la escuela. Era bastante cómodo y un buen sistema de calefacción. Insistió en ir a dejarme hasta la puerta, ya que era su deber, porque según él me podía pasar algo en el trayecto, pero estaba seguro que esperaba ver a alguien.

-¿Enserio quieres acompañarme porque eres un buen samaritano o hay alguna razón retorcida de por medio? – dije en tono suspicaz, a lo que el soltó una sonora carcajada.
- Por buen samaritano.

Mis mejillas ardieron puesto que algunas personas se dieron vuelta a mirar a Charles, me tensé al ver a Tom mirándome con curiosidad, el odio que le tenía seguía presente y estaba segura que hoy el saldría con un gran ojo morado del instituto.

-¿Pasa algo pequeña?
-No, sólo que aquí está bien – dije soltándome de su abrazo – y si quieres ver a…alguien – le guiñé un ojo- yo la llevaré hasta ti.

Iba a decir algo pero salí corriendo antes de que él pudiera emitir algún sonido. Fui inmediatamente hasta mi casillero esquivando a la multitud de chicos que se agolpaban en el pasillo, conversando, algunos peleando, otros haciendo demostraciones de amor, etc., etc. Mi primera clase de hoy era voleibol, cosa que odié. El gimnasio era demasiado grande y al parecer chicos y chicas tenían la clase juntos. Fui hasta los camarines para ponerme mi buzo, que consistía en un short y una remera blanca con la insignia del instituto. Cuando llegué al gimnasio nuevamente, la profesora estaba juntando a todos en un grupo al centro de la cancha, así que fui con todos los demás y me situé cerca de Iván que era el único que “conocía”, aunque sería más apropiado decir que era al único que le había visto alguna vez la cara. Tom también estaba en la clase, pero estaba muy lejos de mi posición.

-Chicos, primero haremos un ejercicio bastante fácil a prueba de tontos – dijo la profesora con un tono muy rudo. – Será en parejas – en ese momento todos comenzaron a cuchichear supongo que para ponerse de acuerdo con quien serían. Genial, me quedaría sola. Me puse de pie ya que todos lo estaban haciendo, y por supuesto no quería que me pisaran como un insecto. Me alejé un poco de los las parejas. Quizás si tenía la oportunidad podía escapar de la clase, y no pasar por la humillación de ser la única sin pareja, miré hacia la puerta del gimnasio, como intentando calcular mi próximo movimiento, debía actuar rápido, así que comencé a escabullirme lentamente, procurando estar a salvo de la vista de la profesora.

-¿Piensas escaparte de clases? – dijeron lo bastante cerca, así que supuse que iba para mí “Bravo, descubriste América”, se burlaron en mi mente.
-Ehh… no claro que no, estaba viendo si la puerta era de madera de roble - ¿¡Qué diablos dije!?“ Te mereces el novel de la estupidez” “Estoy de acuerdo” me dije a mi misma.
- Qué buena escusa – dijo ¿Iván?, me di vuelta y lo encontré mirándome con una risa contenida. – Lo siento por arruinar tu inspección de… ¿madera?, pero creo que mis amigos me estafaron y me dejaron solo, ¿Te gustaría ser mi pareja?
- De acuerdo – me encogí de hombros – de todas maneras creo que es roble.

Él se rió. Y fuimos hasta donde estaban los demás formados en una fila. La profesora dio las indicaciones y comenzamos a hacer lanzarnos el balón una y otra vez, Iván se reía cuando yo golpeaba la pelota y casi le rompía la nariz. Hubo un momento en que él no alcanzó a agarrarla y le llegó directamente en la cabeza a Tom. Me reí intentando que nadie se diera cuenta.

-Oh, lo siento- dije con ironía, la verdad era que no lo sentía.
-No te preocupes- pasó su mano por su cabeza- supongo que es tu naturaleza.

No pude evitar que mi mano volara a su mejilla, enserio, no pude, fue como un instinto animal o algo por el estilo, pero me sentí tan bien. Rogué por que la profesora no se hubiera dado cuenta, y creo que no lo hizo por qué no escuché su dulce voz. Me di media vuelta y fui hasta donde estaba Iván con cara de interrogación.

-No preguntes – dije cortante.
- Ok, mientras no me des una de esas – dijo levantando los brazos y guiñándome un ojo.

Seguimos con los ejercicios, y luego me tuve que despedir de él para ir a mi próxima clase. Me cambié en los camarines y vi que unas chicas estaban cuchicheando, escuché mi nombre un par de veces, y pues, como soy una maldita entrometida escuché.

-No puedo creer que le haya pegado a Tom.- decía una bajita.
- ¿Por qué no? Todas saben muy bien que él siempre se ha merecido un par de golpes – dijo una chica que estaba al lado de la otra.
- Si, pero no entiendo quién se cree que es esa niña, nadie se mete con mi Tom – “Patética” pensé.

Me fui intentando que ellas no notaran que estaba lo suficientemente cerca como para escucharlas. Mi mañana pasó bastante rápida, y luego el almuerzo estuvo muy parecido al de ayer, sólo que esta vez me senté con Amanda y unos chicos que ella había conocido hoy, eran bastante simpáticos. Se llamaban Mateo y Tania e iban un curso más abajo que nosotras. Tocaron el timbre para entrar a clases y todos comenzaron a dispersarse, me despedí de los chicos porque a mí me tocaba la clase de geografía al otro lado del instituto, y si me quedaba un rato más seguramente llegaría atrasada. Los pasillos estaban aún atestados, siempre era igual. Odiaba ver las escenas de amor, deberían comprar un cuarto o algo por el estilo, pero siempre estaban ahí estorbando en los pasillos, “eso es porque tienes envidia”, ¿Yo? ¿Envidia?, si claro y tu eres Mickey mouse, siempre he pensado que si algún día yo estoy así de babosa por algún chico tendrán que ahorcarme y tirarme a un rio. Además no me gusta nadie o ¿sí?, inmediatamente pensé en Iván y sus lindos ojos, y su boca…

Oh dios Sofía qué mierda estás pensando, él no te gusta, claro que no.
No me di ni cuenta cuando ya estaba en el salón, genial, estaba Tom, ¡acaso todas las malditas clases me tenían que tocar con él!, simplemente el destino me odiaba. Él me dedicó una mirada que no supe descifrar muy bien, pero intenté ignorarlo, qué se supone que debería decirle, ¿lo siento?, no sabía muy bien que me pasaba, aún analizaba el por qué me había enojado con él, y ahora que lo pensaba… si bien él me había dicho algo que pudo haber sido un insulto, quizás no lo había sido, sin duda he escuchado cosas peores, y obviamente esas cosas no las reproduciré acá pero podrán imaginarlo. Me senté dos puestos más adelante que él. Y comencé a escribir lo primero que se me vino a la mente, intercalándolo con los apuntes de la clase, tenía que poner atención en al menos alguna. De repente un papel llegó a mi mesa, miré hacia mi compañero de asiento, y me señaló hacia atrás. Entendí enseguida que se trataba de Tom, quise romper el papel, pero en vez de hacerlo lo abrí.

Quiero saber por qué me odias, ¿podemos hablar después de clases?
Olvídalo – escribí de vuelta en el papel.

No quería que me volviera a decir cualquier estupidez, si ayer andaba sensible, hoy andaba peor, así que no quería que me dijeran que era una delincuente. Mi compañero de asiento, que a todo esto no tenía idea cómo se llamaba, me pasó el papel, y yo sin pensarlo dos veces lo rompí por dos razones, primera: no quería saber qué tenía para decirme, y segunda: la profesora me estaba mirando raro. La clase duró un poco más y luego por fin me pude ir a mi casa, iba saliendo del salón cuando sentí una cálida mano atrapar mi brazo, me giré un tanto asustada, o más bien sorprendida, y vi unos profundos ojos verdes mirándome.

-Ahora qué se supone que quieres Tomás – dije con un tono frustrado.
- Ya te lo dije, hablar – sonrió – prometo portarme bien. – algo en sus ojos me hizo confiar aunque haya sido un 1% más en él.
- Ok, pero que sea rápido.
- ¿Siempre eres tan así?
- Así como – pregunté.
- Tan cortante.
- No – dije cortante para molestarlo. Él sonrió.

Caminamos hasta el estacionamiento, y me abrió la puerta del copiloto de alguno de los autos, un bmw x6 negro.

-¿Caminar sería más apropiado no crees? – dije al subirme al auto.
- Si, pero no lo puedo dejar tirado acá. – se encogió de hombros.

Manejó hasta el centro de la ciudad, y dejó estacionado el auto en uno de esos parking, caminamos en silencio bastante rato, y no quise romperlo, ahora que lo pensaba su compañía no me molestaba tanto, era sólo cuando abría su boca. Hoy se veía muy bien, no me había dado cuenta lo alto que era, yo le llegaba hasta el hombro, o más abajo, no estoy segura. Él se sentó en una banca que había en una pequeña plaza, y yo lo imité, pero quedé a una distancia segura de él.

-¿Quieres un helado?- dijo señalando a una heladería. Yo enarqué una ceja. – Lo tomaré como un si.- Sin poder responderle nada se paró y no demoró ni 5 minutos en volver con dos helados de chocolate, por lo menos había adivinado que me encantaba el chocolate.
- Gracias – dije cuando me pasó el cono.
- De nada, ahora ¿me podrías decir por qué me odias?
- Yo no te odio… creo.
- Pero que seguridad- rió – sé que quizás yo suelo comportarme como un patán de cuarta, pero soy así… y pues no puedo evitarlo, es mi esencia.
- ¿Y esa es tu disculpa? – me reí.
-No, es una aclaración, esta es mi disculpa: Lo siento- Lo quedé mirando, pensando en qué momento había llegado a esta plaza, a hablar con él, y por qué pensaba que se veía bastante verdadero, ¿No se supone que yo lo odiaba? ¿Por qué lo odiaba? Malditos estados de bipolaridad, me regañé a mí misma. Cómo no sabía que decir, sólo asentí. – ¿No me dirás nada?
- Si, que me encantó el helado.
- Oh, qué bien – sonrió. Odiaba actuar como estúpida, pero no sabía que decir, ni que pensar- Y fue una broma.
- ¿Qué? – mil cosas pasaron por mi cabeza pero esperé que me respondiera.
- Lo de que pareciera que fueras a matar a Mandy, la verdad no creo que pudieras matar ni a una mosca – se rió.
- Oh, gracias por darme tanto crédito – esta vez si me reí.

Hablamos de cosas sin importancia, y luego me despedí ya que no estaba tan lejos de mi casa y quería caminar. Él insistió con ir a dejarme, pero se lo negué. Caminé despacio, no tenía apuros, ni siquiera tenía deberes que hacer, así que estar en casa podía llegar a ser bastante aburrido. Miré el reloj y eran las 6, y en esta época comenzaba a oscurecerse a esa hora. En esa parte de la ciudad había bastantes plazas. Entré a una tienda y pedí una cajetilla de cigarros. Me pareció raro que no me preguntaran la edad ni nada por el estilo. Me senté en una banca y prendí el cigarrillo. Para ser sincera, había aprendido a fumar hace poco y simplemente se había vuelto en un vicio, sabía que era ridículo, pero mataba mis ansias, y me relajaba. Comencé a aspirar y botar el humo del  pequeño tubito.

-Primero intentas escaparte de clases y ahora te veo fumando, tú sí que eres una chica mala – sentí a alguien burlarse y reconocí enseguida la voz.
- Y tu siempre llegas para frustrar mis planes ¿cierto? – lo encaré. Él se sentó a mi lado quitándome el cigarro de la mano y tirándolo lejos.
- Qué mierda se supone que haces – le di un leve empujón con mi mano.
- Te alargo tus días de vida.
- Pues además botas el dinero, porque te informo, que ese cigarro no nació de los árboles- crucé mis brazos en mi pecho y fruncí el ceño.
- No creo que eso sea lo que más te preocupa – me desafió.
- ¡Claro que no! Es MI vicio y quiero matarme sola, ¿tienes algún problema con eso? – él intentó encontrar mi mirada con la suya y al hacerlo, todas mis defensas se cayeron por el suelo junto con mi cigarro. Sentí una presión en mi estómago, incómoda pero realmente genial.
- Lo siento – bajó su mirada y se vio realmente adorable, pero no dejé que se me notara la ternura que me había causado. Me mordí el labio e intenté encontrar algo que decir.
- ¿Si saco otro cigarro ahora me lo volverás a quitar? – dije por precaución.
- Lo más seguro es que lo haga.- suspiré y guardé la cajetilla de 10 en mi bolso.
- ¿Te puedo preguntar algo?
- Claro – me dedicó una sonrisa torcida.
- ¿Nos habíamos visto alguna otra vez?- pregunté recordando que se me hacía conocido.
- No que yo sepa – se encogió de hombros.
- Entonces te debo estar confundiendo con alguien.

Nos quedamos unos minutos en silencio, yo pensando de donde lo conocía, y él… ¿qué se yo? No leo mentes.

-¿Quieres que te lleve a casa? Tus padres deben estar preocupados – sentí su comentario como un golpe en el estómago, pero no deje que se notara.
-No es necesario.
- Pero quiero hacerlo – me sonrió.
- Ok vamos.


Gracias por leer ;D sé que aunque sean 3 lo han hecho llorare ! jahsja(<-- risa rara mía), pues aquí les dejo el segundo cap (: espero que les guste ; cualquier critica díganmela, todo se acepta acá, y también obvio si les gusta ;) 

4 comentarios:

  1. Olaaa ^^
    me gusto mucho este capi
    Tom es muy lindo pero como el dijo es un patán
    Iván *__* me encanta
    pero sofi es muy emmm violenta me da miedo
    hahahahaha
    mmm publicaras un capi cada dia?¿ *__*
    eso me haria muy felizz xD
    bueno eso es todo ^^
    espero que pases una linda tarde.
    Besoss¡¡¡

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  2. Hola:D
    Me gusta mucho tu historia:)
    Y quiero que sepas que aquí tienes a una nueva seguidora!!
    Ya espero el siguiente capítuloo:D
    Besoos

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  3. Me gusta mucho tu historia y me estoy poniendo al día con los capitulos, espero que publiques muchos más , vamos por el tercero (: Besos

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  4. Esta genial la historia, me gusta muchisimo..!! =)

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